Irene, la protagonista de Nosotros, última novela de Manuel Vilas, nace de un bolero. Concretamente, de uno de Los Panchos que da título al libro con el que el escritor se ha alzado con el último Premio Nadal. “Cuando escucho boleros, me pregunto muchas veces quiénes son los protagonistas de esas canciones. ¿Quiénes pueden ser esos amantes, desgarrados y apasionados?”, relata Vilas. Con él hablamos, además de de Nosotros, de libros para buscar la belleza y el placer.
Videontrevista con Manuel Vilas
En Nosotros, Manuel Vilas nos presenta a Irene, una mujer de mediana edad que ha perdido a su marido y vive entre el recuerdo de un amor perfecto y una búsqueda del placer. “Ese es el corazón de la novela, la utopía de un amor que ha durado 20 años en la mente de Irene”, explica Vilas. “En la vida real, mucha gente diría que esto no pasa. Pero ella y Marcelo, su marido, se creen depositarios de un milagro que ocurre un 0,01% de las relaciones amorosas. El milagro del amor perfecto. El lector verá allí una sugerencia, una utopía. Pero, sin embargo, es una pregunta importante en la vida de cualquier ser humano: si va a vivir una historia de amor perfecto o si eso es imposible”.
Entre recuerdos, viajes y encuentros, seguimos a Irene en una búsqueda que se nos irá desvelando como un misterio. Esa búsqueda viene marcada, en gran parte, por la belleza y el placer. “El progreso de la historia conduce a la belleza”, afirma Vilas. “Una vez que tenemos comida y techo, los seres humanos necesitamos belleza para vivir. Necesitamos ver arte, oír música, poder ver un árbol, poder ver una puesta de sol, leer una novela… Irene busca la belleza, es una exploradora de la belleza. Ella dice que no se mide igual el tiempo en un Cartier que en un Casio”.
En su periplo a través de los años, Irene (y su realidad) se nos desvela como un personaje que ha decidido vivir la vida sin remordimientos. “Para mí, la literatura es el lugar donde no existe la hipocresía”, cuenta Vilas. “En una novela busco que haya una desnudez en la que la hipocresía esté completamente erradicada. Irene piensa que el placer es fundamental en la vida, y que no es ni frívolo ni egoísta. El placer está muy condenado por la sociedad. Ella llega a la conclusión que una vida plena es una vida llena de placeres. Y también se da cuenta que la búsqueda de placer es también la búsqueda de la libertad”.
Al final de Nosotros, como cuenta el propio autor, Irene “se libera de todo, se queda ella consigo misma en un pacto muy interesante”, explica. “Creo que envejecer es hacer un pacto contigo mismo. A lo mejor esa es la sabiduría en la vida. Venimos a la vida a sentirnos bien, no a sufrir. Por eso mis novelas se recrean mucho en lo material y en la voluptuosidad”. En su caso, ese pacto pasa, por supuesto, por la literatura. “Para un escritor, el desafío de la vida es el bien mayor. Cualquier zarpazo que le puedas dar a la vida y meterlo en una página te provoca euforia”.
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