Los 5.900.000 judíos que viven en Israel (de un total de 7.933.200 habitantes) y la diáspora celebran esta noche la llegada del año nuevo según el calendario hebreo. El bíblico sonido del shofar anuncia la llegada de 5773.
Este instrumento de viento creado en base a un cuerno de animal, mayormente un carnero, despierta estos días en Israel la curiosidad de los más pequeños ya sea en las sinagogas o en los parques donde se celebra el nuevo año con una copa de vino.
El shofar, en un encuentro social de la festividad del nuevo año judío en Israel (Sal Emergui)
El shofar, uno de los principales símbolos del judaísmo, es identificado en la actualidad con el día del Año Nuevo (Rosh Hashana) y el del ayuno, perdón y expiación de los pecados (Kipur). Pero aunque actualmente tiene formas y contexturas más parecidas a la película Avatar, se trata de un elemento muy antiguo. Esta especie de trompeta bíblica tenía muchos usos. Avisaba a los guerreros antes de lanzar un ataque o ante una agresión, servia para congregar al pueblo ante un anuncio importante, acompañaba la coronación del Rey y se hacia oír en el año jubilar (Yovel).
Los tiempos cambian. Del shofar para alertar a las tropas de un ataque enemigo o de un nuevo rey en los tiempos bíblicos al shofar que hace cola en Starbucks:
Israel convirtió el shofar en algo más que un instrumento ritual al emplearlo en la ceremonia de toma de posesión del presidente del Estado o en acontecimientos importantes en su historia. Ya sea ante el Muro de las Lamentaciones de Jerusalén tras ganar la Guerra de los Seis Días en 1967 o en el aeropuerto de Lod para recibir a los soldados y pasajeros (que habían sido secuestrados) tras la famosa operación de rescate de Entebbe en 1976.El cuerno de carnero se elevó incluso a las alturas de una gigantesca grua para inaugurar el monumental puente de Santiago Calatrava en el acceso de Jerusalén.
El shofar tiene varios sonidos (directo y largo, medianos, cortos en sucesión) y orígenes. Según los expertos, hay un centenar de animales de los que se puede sacar el cuerno ritual. Como explica Eli Ribak, hacedor de este instrumento tan especial en el sur de Tel Aviv, "los judíos de origen yemenita tienen su shofar favorito al igual que los marroquíes el suyo. Hay incluso modelos italianos, babilonios e iraquíes. Se trata de tradición".
Una tradición que afecta, como suele suceder en todas las religiones y pueblos, al sabroso campo culinario. Esta caricatura de Guy Morad, publicada en el diario Yediot Ajaronot, ironiza sobre cómo los nuevos tiempos con tantos móviles inteligentes influyen en la cena de Rosh Hashana, habitualmente aderezada de alimentos dulces como la simbólicamanzana untada en miel.
"¿Manzana con miel?", pregunta la mujer a su marido.
"Ya tengo, gracias", responde entusiasmado con el nuevo juguete de Apple.
Los tiempos cambian. El shofar no es ajeno a las nuevas tendencias marcadas por la brevedad, imagen y ritmo. Aunque el contenido sea milenario: