Introducción a la Literatura China
Paya Frank
© 2013 Paya Frank
1ª edición
ISBN: en tramite en lulu.com
DL:
Impreso en España / Printed in Spain
Impreso por Bubok
Dedicatoria
A mis Lectores
1. Introduccion
El motivo por el cual me decidí por la
literatura china es por lo ambigua que parece y, ahora lo sé, es. La verdad es que creo que ni los críticos, ni
los filólogos, ni otros estudiosos de la literatura y filosofía china saben
ciertamente toda su tradición y desarrollo.
Y es que tanto por lejanía como por las diferencias claramente
existentes entre ésta y literaturas de carácter occidental, tanto temáticas
como de escritura.
En este trabajo se desarrollará el tema de
la literatura y filosofía china, su principal figura, Confucio, y los
diferentes sistemas de pensamiento, el confucianismo y el taoísmo, ambos
relacionados con los puntos con anterioridad citados.
2. Literatura China
Existen dos tradiciones en la literatura china: la literaria y
la popular o coloquial. La última se remonta a más de mil años antes de la era
cristiana y ha existido hasta nuestros días. En un principio consistió en
poesía, más tarde en teatro y novela, y después fue incorporando obras
históricas, relatos populares y cuentos. Los intelectuales de la clase oficial,
que eran los que dictaban los gustos literarios, no la creyeron digna de
estudio y la consideraron inferior durante mucho tiempo. Su estilo brillante y
refinado marca los principios de la tradición literaria ortodoxa, que comenzó
hace 2.000 años. Hasta el siglo XX, la literatura popular no obtuvo el
reconocimiento de la clase intelectual.
La literatura china puede
dividirse en tres grandes épocas históricas, que se corresponden, más o menos,
con las de la historia de la literatura occidental: la época clásica, que
abarca desde el siglo VI a.C. hasta el siglo II d.C.; la medieval, desde el
siglo III hasta el final del siglo XII, y la moderna, desde el siglo XIII hasta
nuestros días.
ÉPOCA CLÁSICA
Los ejemplos más antiguos de escritura china son
inscripciones en huesos y caparazones de tortuga, que datan, probablemente, del
siglo XIV a.C. Representan divinizaciones dedicadas a los reyes de la dinastía
Shang (c. 1766-c.
La época clásica de la literatura china se corresponde
con la de la literatura griega y romana. Las etapas de formación tuvieron lugar
del siglo VI al IV a.C., en los tiempos de la dinastía Chou (c. 1027-
Poesía
La obra poética más importante del periodo clásico fue
el Shijing (Libro de las odas
o Clásico de la poesía), antología de poemas antiguos escritos en versos de
cuatro palabras y compuestos en su mayoría entre los siglos X y VII a.C. Éste
se considera el tercero de los cinco clásicos; la leyenda dice que fue el mismo
Confucio quien seleccionó y editó los 305 poemas que forman la obra. En lugar
de glorificar a dioses y héroes, como era costumbre en otras culturas, muchos
de estos poemas cantan la vida diaria de los campesinos, sus tristezas y
alegrías, sus ocupaciones y fiestas. Estos poemas, que constituyen la mitad del
libro, marcan el comienzo de la tradición popular de la poesía china y se
caracterizan por la simplicidad de lenguaje y sentimientos. La otra mitad del Shijing contiene canciones
elegíacas y poemas cortesanos. Estas canciones y poemas muestran un relato
colorista de la vida y costumbres de la nobleza feudal china, de la misma
manera que los poemas populares describen la vida sencilla y agradable de los
campesinos. Los poemas cortesanos se cantaban y acompañaban con danzas; la
poesía y la música chinas han estado unidas desde tiempos remotos.
El estilo aristocrático o cortesano alcanza su máxima
expresión con los poemas conocidos por elegías de Chu, estado feudal al sur de
China central, que fue la tierra de Qu Yuan, primer gran poeta chino. Noble de
nacimiento, Qu Yuan escribió Lisao
(Dolor de la lejanía), largo poema autobiográfico lleno de alusiones
históricas, alegorías y símiles, expresadas en verso, que trata de la
revelación íntima de un alma poética atormentada por su fallida búsqueda de un
ideal. Otros poemas de Qu Yuan son igualmente ricos en imágenes y sentimientos
y están escritos en un tono romántico, completamente diferente del de la poesía
sencilla y realista del Shijing.
Durante los 400 años de la dinastía Han (
Prosa
Los primeros trabajos en prosa forman, junto con el Shijing, los cinco clásicos. Son
el I Ching (Libro de las
mutaciones), el Shujing
(Libro de los documentos), un conjunto de documentos de estado antiguos; el Liji (Memoria sobre los ritos),
colección de códigos gubernamentales y rituales, y el Chunqiu (Anales de la primavera), la historia del estado de
Lu desde 722 hasta
ÉPOCA MEDIEVAL
Desde el comienzo de la época medieval, del siglo III
d.C. al siglo VII, China estaba dividida en estados rivales y además era
víctima de las invasiones de los tártaros. A pesar de todo, la producción
literaria de esta etapa no fue en absoluto estéril, como sucedió en la historia
de Europa occidental, en la que el periodo equivalente se conoce por edad
oscura. La difusión del budismo desde
Poesía
Durante los periodos de agitación política y social,
desde el siglo III hasta el VII, los poetas encontraron refugio y consuelo en
el campo. Algunos eran ermitaños y crearon una escuela de poesía a la que
llamaron “campo y jardín”; otros escribieron los mejores poemas populares
chinos, como los de amor atribuidos a Tzu-yeh, poetisa autora de La balada de Mulan, que relataba
las aventuras de una mujer soldado, disfrazada de hombre y El pavo voló al Sureste, extensa narración de un trágico
amor familiar, escrito en lengua vulgar y elocuente. El mejor poeta de estos
turbulentos siglos fue Tao Qian, también conocido por Tao Yuanming, que cantaba
las alegrías de la naturaleza y de la vida solitaria. Su obra A la sombra de un melocotonero en flor
llegó a ser la expresión clásica del poeta en busca de una utopía.
La mejor poesía china se escribió durante la
dinastía Tang (618-906), un periodo de paz general y prosperidad que tuvo su
ocaso. A pesar de haber transcurrido diez siglos, se han conservado más de
49.000 poemas escritos por 2.200 poetas. Los tres poetas más famosos fueron
Wang Wei, Li Po y Tu Fu. Conocieron en su juventud el esplendor de la dinastía
Tang pero años después vivieron épocas de guerras y rebeliones. Wang Wei,
filósofo y pintor de tendencias budistas, describió la serenidad de las
maravillas de la naturaleza; se dice que la poesía está en su pintura y la
pintura en su poesía. Li Po, líder taoísta de la escuela romántica, se rebeló
contra los convencionalismos poéticos y contra la sociedad en general.
Apasionado e indisciplinado, creía pertenecer al mundo de los inmortales, ya
que decía haber sido exiliado de este mundo. Li Po mostraba lo mejor de sí
mismo cuando loaba el amor y la amistad, los placeres del vino y los aspectos
majestuosos y misteriosos de la naturaleza. Su amigo y rival Tu Fu, por el
contrario, era meticuloso en sus esfuerzos por conseguir un realismo
preciosista. Humanista e historiador, Tu Fu expresaba sus vínculos con el
mundo, de manera sincera e intimista, sus afectos familiares, su amor infinito
por la humanidad y su inquietud por las injusticias de su tiempo. El realismo
de la obra de Tu Fu influyó en el poeta Po Chü-i, que utilizaba la poesía como
un medio para la crítica y la sátira. En los siglos posteriores, esta tendencia
moralista la desarrollaron otros poetas, incorporando disquisiciones didácticas
y filosóficas, pero, en general, la poesía china fue esencialmente lírica.
La rima constituyó una parte primordial de la poesía
china, pero la métrica, no estuvo bien definida hasta el periodo Tang. La forma
característica de esta época es la llamada shi,
definida por una estrofa de versos de cinco o siete pies, y cuya rima recaía
habitualmente en los versos impares.
En la época Tang se adoptó otra nueva forma poética
conocida como cu. A pesar de que en esta técnica los versos variaban de
longitud, el número de versos y su longitud se fija de acuerdo a un tono y
ritmo determinados. La escritura del cu
adoptó nuevas palabras populares, como ya estaba haciendo la música popular y
requería de gran habilidad. Las melodías utilizadas eran casi siempre de origen
extranjero.
Durante la dinastía Song (960-1279) el cu alcanzó su máxima popularidad. En un
principio se escribían largos poemas cu,
cantados con melodías populares y, en general, de temas amorosos, cortesanos o
musicales. Su Tung-po, el mejor poeta chino de cu, lo liberó de las formas rígidas que le había impuesto la música
e introdujo temas más enérgicos. En el siglo XI se escribió más cu compuesto con fines no musicales, es
decir, un cu escrito sin intención de ser cantado. Desde
finales del siglo XIII se volvió a la tradición del cu cantado. La poetisa china Li Qingzhao alcanzó gran popularidad
por sus versos cu sobre su viudedad.
Prosa
La prosa china también floreció durante la dinastía
Tang. Han Yu, maestro de la prosa Tang, exigía la vuelta a la escritura directa
y simple de estilo clásico, como reacción a la prosa artificial de aquel
tiempo. Como resultado de los esfuerzos de Han Yu, los tratados políticos y
filosóficos, los ensayos informales y los cuentos fantásticos (chuanqi) se escribieron conforme al
estilo neo-clásico. Estos últimos representan los primeros cuentos fantásticos
de
Los primeros cuentos escritos según la tradición popular
aparecieron durante el periodo Tang. Los predicadores budistas, con la
intención de difundir su religión, escribieron historias en lenguaje coloquial
y en una forma narrativa conocida por bianwen,
término a veces traducido por ‘popular’, que marcó el principio de la ficción
popular china.
Aunque se conservan pocos ejemplos de la antigua
tradición narrativa, en el siglo XI se vivió un renovado interés por este arte
y se practicó con gran habilidad durante la dinastía Song, periodo de abundante
actividad literaria. A lo largo de esta época medieval llegó a ser una forma
muy popular de entretenimiento. Las historias contadas por narradores
profesionales, cada uno de los cuales se especializaba en un tema concreto, no
sólo se escribían sino que se imprimían en libros, llamados huaben, que fueron fuente de inspiración
de largas novelas chinas.
En la tradición literaria, la vuelta al conciso estilo
clásico iniciada por Han Yu se prolongó en la dinastía Song con Ouyang Xiu y Su
Xun, entre otros. El primero se distingue por sus ensayos filosóficos
confucianos, políticos e históricos, aunque es más conocido por sus
maravillosas descripciones de los paisajes de China. Los ingeniosos ensayos de
Su Xun se consideran el máximo logro del estilo clásico.
La interpretación, la canción y la danza habían existido
desde tiempos remotos pero el teatro, propiamente dicho, no se desarrolló hasta
el final del medievo. En la época Tang, los actores ya ocupaban un lugar
importante entre los artistas populares y se agrupaban en compañías
profesionales, que actuaban en teatros construidos para albergar a varios
millares de personas.
ÉPOCA MODERNA
La época moderna comenzó en el siglo XIII y llega hasta
nuestros días. En un principio se caracteriza por una gran literatura popular,
antecesora de las literaturas populares de Occidente. El auge de la narrativa y
del teatro chino durante la dinastía Yuan mongol (1279-1368), pudo deberse a un
rechazo de los intelectuales del régimen mongol, que, en lugar de servirlos, se
dedicaron a la narrativa y al teatro. La literatura popular siguió
desarrollándose a lo largo de todo este periodo, hasta fundirse en un nuevo
movimiento literario más amplio, en los primeros años del siglo XX.
Desde el siglo XII, el teatro chino seguía un modelo
autóctono y las obras dramáticas locales más populares adquirían importancia
nacional. El teatro Yuan, que se creó en el norte de China, escribía sus
diálogos y canciones en un dialecto del norte. El laúd es el instrumento
principal y las canciones, que constituían la parte poética de la obra, se
consideraban más importantes que los diálogos, se escribían en qu, una nueva forma poética más flexible
y expresiva que el shi del periodo
Han y que el cu del periodo Tang. La
obra Yuan se divide en cuatro partes, que se corresponden con los cuatro actos
de las obras occidentales; a veces se añade un breve acto adicional que sirve
como preludio o como interludio.
En el siglo XIV, la narrativa popular china fue cada vez
más importante. Dos de las primeras novelas chinas de esta época, Sanguozhi Yanyi (Historias noveladas de los reinos),
novela histórica de guerras y guerreros, y Shuihuzhuan
(Al borde del agua), novela de
aventuras de héroes bandidos, se pueden considerar la épica en prosa del pueblo
chino. Las obras del arte popular derivaban de la tradición oral y tenían el
toque genial de muchos escritores, por lo que resultaban muy distintas de las
obras compuestas por un solo autor. En general, estos dos tipos de novelas
chinas eran muy largas, densas y con excelentes caracterizaciones y
descripciones coloristas. Todas estas características también se encuentran en Hongloumeng (Sueño de la
habitación roja), una novela realista de
En el siglo XVII, aparecieron numerosas colecciones de
historia breves, que eran recopilaciones copiadas de periodos anteriores u
obras compuestas por escritores contemporáneos. Al igual que las novelas, el
estilo de estas historias, que ofrecen un retrato intimista de la sociedad
china, es coloquial y realista. La antología más popular es Jinguqiguan (Cuentos
maravillosos del pasado y del presente), que se compone de 40 historias.
Al tiempo que la era moderna avanzaba, la tradición
popular se engrandecía y enriquecía. La literatura convencional, por el
contrario, fue perdiendo producción, aunque intelectuales de la alta burguesía,
entre los que había grandes escritores, la siguieron cultivando. La preceptiva
literaria ya no fue capaz de seguir aportando más que estereotipos. Esta
decadencia de la tradición literaria se prolongó hasta el siglo XX, cuando los
escritores chinos se dieron cuenta de la necesidad de buscar nuevas fuentes de
inspiración. Influidos por la literatura occidental, los escritores chinos,
guiados por Hu Shi, comenzaron una revolución literaria conocida como el
renacimiento chino. Intentaban utilizar el lenguaje coloquial con fines
literarios y elevarlo a la categoría de expresión erudita.
Después de cincuenta años experimentando en esta
dirección, la literatura china contemporánea ha madurado y ha mostrado una gran
creatividad vitalista. En la primera mitad del siglo XX, los escritores chinos
utilizaron la literatura como espejo para reflejar el lado sórdido de la vida,
para combatir los aspectos negativos de la sociedad y para propagar el mensaje
de la lucha de clases. Con ensayos e historias mordaces atacaban a la sociedad
tradicional y escritores como Lu Xun (seudónimo de Zhou Shuren), ayudaron al
avance de la revolución socialista. Aunque el espíritu de la literatura cambió
el fondo, los caracteres y los sucesos representados, continuaron siendo
típicamente chinos.
Durante
los años de la revolución cultural (1966-1978), se esperaba que los artistas y
escritores se adaptaran a las necesidades del pueblo y la influencia burguesa
occidental se atacaba duramente. Desde entonces, se ha permitido una mayor
libertad de expresión y se tolera el renovado interés por las ideas y las
formas occidentales.
3.- Confucio
Confucio, en chino Kongfuzi (c. 551-
Según la
tradición Confucio nació en el país de Lu (hoy, provincia de Shandong) en el
noble clan de los Kong. Su nombre original era Kong Qiu. Relatos de su vida
recuerdan que su padre, comandante de un distrito en Lu, murió tres años
después que Confucio naciese, y dejó a la familia en la pobreza; Confucio, pese
a ello, recibió una esmerada educación. Se casó a los 19 años y tuvo un hijo y
dos hijas. Durante los cuatro años posteriores a su matrimonio la pobreza le
impulsó a trabajar como criado para el jefe del distrito donde residía. Su
madre murió en el año
En la segunda mitad de la época de la dinastía Zhou, el
gobierno central se había degenerado en China y la intriga y el vicio
predominaban. Confucio lamentó el desorden de aquellos tiempos y la falta de
modelos morales. Llegó a creer que el único remedio era convertir a la gente a
los principios y preceptos de los sabios de la antigüedad. Por esta razón
enseñaba a sus alumnos los clásicos antiguos de la literatura china. También
subrayó la importancia de la música china, que en esta época tenía funciones
ceremoniales y religiosas en las prácticas del Estado y del culto. Propugnaba
el gran valor del poder del ejemplo. Los gobernantes, decía, sólo pueden ser
grandes si ellos mismos llevan vidas ejemplares y se guían por principios
morales, de esta forma en sus estados se estimularía a los ciudadanos que
llegarían a ser prósperos y felices.
Una tradición popular sobre la vida de Confucio
establece que a los 50 años de edad fue nombrado magistrado de Zhongdu, y al
año siguiente ministro del crimen de Lu. Su administración fue un éxito;
estableció reformas, la justicia fue administrada con imparcialidad y el crimen
también fue erradicado. Lu llegó a ser tan poderoso que el gobernante de un
estado vecino intrigó para conseguir la destitución del ministro. Es más
probable, sin embargo, que sólo fuera un funcionario menor, pero en cualquier
caso Confucio dejó su cargo en el
Confucio no dejó escritos los principios de su
filosofía; éstos fueron transmitidos sólo a través de sus discípulos. El Lunyu (Analectas), obra
recopilada por alguno de sus seguidores, es considerada la fuente de
información más fidedigna sobre su vida y enseñanzas. Una de las obras
históricas que según se dice él mismo había recogido y editado, el Chunqiu (Anales de
primavera y otoño), es un relato analítico de la historia china en el Estado de
Lu desde el 722 al
El conjunto de las enseñanzas de Confucio tuvo un
carácter práctico y ético, más que religioso. Afirmaba ser un restaurador de la
moralidad antigua y mantenía que los propios actos externos basados en las
cinco virtudes, bondad, honradez, decoro, sabiduría y fidelidad, encierran el
conjunto del deber humano. El venerar a los padres, vivos y muertos, fue uno de
sus conceptos claves. Su idea del gobierno era paternalista, y ordenaba a todos
los individuos a cumplir con rigor sus obligaciones hacia el Estado. En los
siglos posteriores sus enseñanzas ejercieron una poderosa influencia en la
filosofía china y en la historia de China.
4.- El Pensamiento Chino
El Confucionismo
Principal
sistema de pensamiento en China; se desarrolló a partir de las enseñanzas de
Confucio y sus discípulos, y tenía que ver con los principios de la práctica
del bien, la sabiduría empírica y las propias relaciones sociales. El
confucianismo ha influido en la actitud china ante la existencia, fijando los
modelos de vida y pautas de valor social, y proporcionando la base de las
teorías políticas e instituciones chinas. Desde China se extendió a Corea,
Japón y Vietnam y en las últimas décadas ha despertado interés entre los
eruditos de Occidente.
Aunque el confucianismo llegó a ser la ideología oficial
del Estado chino, nunca ha existido como una religión establecida con una
iglesia y un clero. Los eruditos chinos alabaron a Confucio como gran maestro y
sabio, pero nunca lo adoraron como a un dios. Confucio tampoco se proclamó a sí
mismo una divinidad. A diferencia de las iglesias cristianas, los templos
erigidos en honor a Confucio no eran lugares en los que grupos organizados se
reunían para alabarle, sino edificios públicos diseñados para ceremonias
anuales, en particular el cumpleaños del filósofo. Varios intentos para
divinizar a Confucio y ganar prosélitos al confucianismo fracasaron debido a la
naturaleza secular de su filosofía.
Los principios del confucianismo están recogidos en los
nueve libros antiguos chinos transmitidos por el maestro y sus seguidores, que
vivieron en una época de gran inquietud filosófica. Estos escritos pueden
dividirse en dos grupos: los Cinco Clásicos y los Cuatro Libros.
Los Wujing
o Wu king (Cinco
Clásicos), que se crearon antes de la época de Confucio, son el I Ching
o Yijing (Libro de las mutaciones o cambios), Shu Ching o Shujing
(Libro de la historia), Shih Ching
o Shijing (Libro de la
poesía o de las odas), Li Chi
o Liji (Libro de los
ritos) y Ch’un Ch’iu o Chunqiu (Anales de primavera y
otoño). El I Ching es un
manual de adivinación probablemente recopilado antes del siglo XI a.C.; su
aspecto filosófico complementario, contenido en una serie de apéndices, pudo
haber sido compuesto más tarde por Confucio y sus discípulos. El Shu Ching es una colección de
documentos históricos antiguos, y el Shih
Ching, una antología de poemas antiguos. El Li Chi trata de los principios de conducta, incluidos los de
las ceremonias públicas y privadas; fue destruido en el siglo III a.C., pero
resulta presumible que gran parte de su material fuera preservado en una
recopilación posterior, el Documento
de los ritos. El Ch’un Ch’iu,
la única obra recopilada, según se dice, por el propio Confucio, es una crónica
de eventos históricos acaecidos en
Los Sishu
(Cuatro Libros), compilaciones de los dichos de Confucio y Mencio y de los
comentarios de seguidores sobre sus enseñanzas, son el Lunyu (Analectas), un conjunto de máximas de Confucio que
forman la base de su moral y filosofía política; Ta Hsüeh (El gran saber); Chung Yung (La doctrina del método), que contiene
algunas de las declaraciones filosóficas de Confucio sistematizadas con
comentarios y exposiciones de sus discípulos, y el Mengzi (Libro de Meng), que contiene las enseñanzas de
Mencio, uno de los principales seguidores de Confucio.
La clave de la ética confuciana es jen, traducido de diversos modos como ‘intuición humana’, ‘amor’,
‘bondad’ y ‘humanidad’. Jen es una
virtud suprema que representa las mejores cualidades humanas. En las relaciones
humanas, aquellas que se construyen entre una persona y otra, jen se manifiesta en chung, o la fidelidad a uno mismo y a
los demás, y shu, o altruismo, mejor
expresado en la regla de oro del confucianismo: “No hagas a los otros lo que no
quieras que te hagan a ti mismo”. Otros valores virtuosos importantes en el
confucianismo son la honradez, la decencia, la integridad y la devoción filial.
Quien posea todas estas virtudes será un chün-tzu
(caballero perfecto). En el plano político, Confucio defendía un gobierno
paternalista en el que el soberano fuera benévolo y honorable y los súbditos
respetuosos y obedientes. El estadista debe cultivar la perfección moral para
dar buen ejemplo a la gente. En educación Confucio apoyó la teoría, notable
para el periodo feudal en que vivió, resumido en el principio: “en educación,
no hay diferencia de clases”.
ESCUELAS CONFUCIANAS DE PENSAMIENTO
Después de la muerte de Confucio surgieron dos escuelas
importantes de pensamiento: una representada por Mencio, la otra por Xun-zi.
Mencio continuó las enseñanzas éticas de Confucio acentuando la bondad innata
de la naturaleza humana. Creía, no obstante, que la bondad original del ser
humano puede envilecerse por el propio esfuerzo destructivo o inmersa en un
ambiente perverso. El problema de la cultura moral consiste, por esta razón, en
preservar o al menos en restaurar la bondad que es un derecho de nacimiento de
cada uno. En el orden político, Mencio es considerado a veces como uno de los
primeros defensores de la democracia, pues anticipó la idea de la supremacía
del pueblo sobre el Estado.
En oposición a Mencio, Xun-zi afirmaba que las personas
nacen con una naturaleza perversa pero susceptible de regenerarse gracias a la
educación moral. Creía que los deseos han de estar guiados y moderados por las
reglas de la corrección y que el carácter debería ser instruido mediante un
cumplimiento metódico de los ritos y por la práctica de la música. Este código
ejerce una influencia poderosa sobre el carácter al dirigir de una forma
correcta las emociones y proporcionar armonía interna. Xun-zi fue el principal
exponente del ritualismo en el confucianismo.
Después de un breve periodo de decadencia en el siglo
III a.C., el confucianismo resurgió durante la dinastía Han (
El éxito del confucianismo Han se debe en buena medida a
Tung Chung-shu, quien fue el primero en recomendar un sistema de educación
construido sobre las enseñanzas de Confucio. Tung Chung-shu creía en una
estrecha correspondencia entre los seres humanos y la naturaleza; así, las
acciones de la persona, en especial las del soberano, son a menudo causantes de
fenómenos inusuales en la naturaleza. Debido a la autoridad del soberano, recae
sobre él la responsabilidad de fenómenos como el fuego, una inundación, un
terremoto o un eclipse. Como estos malos presagios pueden caer sobre la tierra
como una advertencia a la humanidad de que no todo se halla en equilibrio en
este mundo, el temor al castigo divino resulta útil como freno a los abusos de
poder de la monarquía absoluta.
En el caos político que sucedió a la caída de la
dinastía Han, el confucianismo fue superado por las filosofías rivales del
taoísmo y el budismo, y el pensamiento sufrió un contratiempo. Sin embargo, los
clásicos confucianos siguieron siendo la fuente principal de conocimiento para
los sabios y con la restauración de la paz y la prosperidad en los tiempos de
la dinastía Tang (618-907) se estimuló la difusión del confucianismo. El
monopolio de los conocimientos de los eruditos confucianos les aseguró otra vez
elevados puestos burocráticos. El confucianismo volvió a ser la enseñanza
ortodoxa estatal.
NEO CONFUCIANISMO
Las actividades intelectuales durante la dinastía Song
(960-1279) dieron origen a un nuevo sistema de pensamiento confuciano basado en
una mezcla de elementos budistas y taoístas; la nueva escuela de confucianismo
fue conocida como neoconfucianismo. Los eruditos que desarrollaron este sistema
intelectual conocían bien las otras dos filosofías. Ante todo, profesores de
ética dedicaron asimismo su interés a las teorías sobre el cosmos y el origen
del ser humano.
El neoconfucianismo se ramificó en dos escuelas. El
exponente más famoso de una de esas escuelas fue Zhu Xi, un eminente pensador
sólo superado en prestigio por Confucio y Mencio, que estableció una nueva base
filosófica para las enseñanzas del confucianismo estructurando la opinión
erudita en un sistema coherente. Según el sistema neoconfuciano que
representaba Zhu Xi, todos los objetos en la naturaleza están compuestos de dos
fuerzas inherentes: li, un principio
inmaterial universal o ley, y ch’i,
la sustancia de la que están hechas todas las cosas materiales. Mientras ch’i puede cambiar y disolverse, li, la ley subyacente y nutrida de
miríadas de cosas, permanece constante e indestructible. Zhu Xi identifica el li en la humanidad con la naturaleza
humana, que es en esencia la misma para todo el mundo. El fenómeno de las
diferencias particulares puede atribuirse a la variedad de proporción y
densidad del ch’i hallado entre los
individuos. Así, aquellos que reciben un ch’i
que es turbio encontrarán su naturaleza original oscurecida y deberán limpiar
su naturaleza para restaurar su pureza. La pureza puede alcanzarse ampliando el
conocimiento propio del li en cada
objeto concreto. Cuando, después de mucho esfuerzo, el li universal o ley natural inherente en todo objeto animado e
inanimado, se adquiere la condición de sabio.
Opuesta a la escuela del li (ley) está la escuela de neoconfucianismo hsin (mente). El máximo exponente de la escuela hsin fue Wang Yang-ming, quien enseñó la
unidad de conocimiento y de práctica. Su afirmación principal fue que “aparte
de la mente, ni ley ni objeto” existen. En la mente, afirmaba, se encuentran
personificadas todas las leyes de la naturaleza, y nada existe sin la mente. El
esfuerzo supremo debería ser desarrollar “el conocimiento intuitivo” de la mente,
no a través del estudio o la investigación de la ley natural, sino mediante el
razonamiento intenso y la meditación en calma.
Durante la dinastía Qing (1644-1912) hubo una fuerte
reacción a ambas escuelas de pensamiento neoconfucianas, li y hsin. Los eruditos
Qing defendían una vuelta al primer y acaso más auténtico confucianismo del
periodo de la dinastía Han, cuando todavía no resultó adulterado por las ideas
taoístas y budistas. Desarrollaron una crítica textual de los clásicos
confucianos basada en la metodología científica, utilizando la filología, la
historia y la arqueología para reforzar su erudición. Además, eruditos como Tai
Chen introdujeron un punto de vista empirista en el conjunto de la filosofía
confuciana.
A finales del siglo XIX, la reacción contra la
metafísica tomó un sentido distinto. En vez de limitarse a los estudios
textuales, los eruditos tuvieron un interés activo en política y formularon
programas de reforma basados en la doctrina confuciana. K’ang Yu-wei, un líder
del movimiento reformista confuciano, acaudilló un intento de exaltar la
filosofía como una religión nacional. Debido quizá a las amenazas extranjeras a
China y a la demanda urgente de medidas políticas drásticas, los movimientos
reformistas fracasaron; en la confusión intelectual que siguió a
En opinión de algunos especialistas, Confucio será
venerado en el futuro como el gran maestro de China; los textos clásicos
confucianos serán estudiados y las virtudes del confucianismo, personificadas
para innumerables generaciones en las máximas familiares y en la práctica del
sentido común de la población china, permanecerán como la piedra angular de la
ética. Sin embargo, es dudoso que el confucianismo vuelva a jugar el papel
crucial en la vida política e instituciones chinas que desempeñó en los siglos
pasados. La victoria del comunismo chino de 1949 subrayó el incierto futuro del
confucianismo. Muchas tradiciones inspiradas en las enseñanzas de Confucio
fueron marginadas o proscritas. El sistema familiar, por ejemplo, otrora muy
reverenciado como una institución central confuciana, perdió su importancia. Se
publicaron muy pocos libros clásicos confucianos y a finales de la década de
1960 y principios de la de 1970 se organizó una campaña oficial contra el
confucianismo.
El
Taoismo
Sistema religioso y filosófico chino, que data del siglo
IV a.C. Entre las escuelas de pensamiento de origen chino, la influencia del
taoísmo sólo ha sido superada por la del confucianismo.
PRINCIPIOS
BÁSICOS
Las creencias filosóficas y
místicas esenciales taoístas se encuentran en el Tao Tê-King (o Daodejing,
Libro de
HISTORIA
Incompatible con el desarrollo de una teoría política
explícita, el taoísmo ejerció su mayor influencia en la estética, en la higiene
y en la religión chinas. Junto al taoísmo filosófico y místico ya expuesto, el
taoísmo también se desarrolló en el ámbito popular como un culto en el que la
inmortalidad se buscaba a través de la magia y el uso de diferentes elíxires.
La experimentación en alquimia abrió el camino para el desarrollo, entre los
siglos III y VI, de diversos cultos basados en la higiene que pretendían
prolongar la vida. Esto evolucionó a un sistema general de higiene, todavía en
práctica, que hace hincapié en la respiración regular y en la concentración
para evitar la enfermedad y contribuir a la longevidad.
En el siglo II d.C., aparecieron organizaciones
religiosas taoístas populares relacionadas con la curación por la fe. Más
tarde, bajo la influencia del budismo, grupos religiosos taoístas adoptaron el
monacato institucional y un interés por la vida futura del espíritu bastante
mayor que por la inmortalidad del cuerpo. La organización básica de estos
grupos fue la parroquia local, que mantenía a un monje taoísta mediante
diversas aportaciones.
El taoísmo fue
reconocido como la religión oficial de China durante breves periodos de su
historia. Más tarde se desarrollaron varias sectas taoístas, y en 1019 se le
otorgó un extenso territorio en la provincia de Jiangxi (Kiangsi) al líder de
una de ellas. Los sucesores de este patriarca mantuvieron el control sobre esta
región y la supremacía nominal sobre el clero taoísta local hasta 1927, en que
fueron expulsados por los comunistas chinos. En
5.- La Filosofia China
Denominación colectiva de varias escuelas de pensamiento
creadas por eruditos y pensadores chinos. La filosofía china ha pasado por tres
etapas históricas distintas: la etapa clásica, periodo creativo que va desde el
siglo VI hasta el II a.C.; la medieval, desde el siglo II a.C. hasta
el siglo XI d.C., periodo de síntesis y absorción del pensamiento
extranjero, y la moderna, que comprende desde el siglo XI hasta nuestros días,
tiempo de maduración de las tendencias filosóficas precedentes e introducción
de nuevas filosofías tomadas de las culturas occidentales. A través de estas
etapas, el pensamiento chino ha tendido hacia el humanismo en vez del
espiritualismo, hacia el racionalismo y no hacia el misticismo, al sincretismo
en lugar del sectarismo.
ETAPA CLÁSICA
La etapa clásica de la filosofía china se originó en los
últimos años de la dinastía Zhou, que duró desde el
Confucio y discípulos posteriores
El más importante de aquellos sabios fue Confucio,
miembro de la aristocracia menor y funcionario del Estado de Lu, en la actual
provincia de Shandong, que vivió entre finales del siglo V y principios del IV
a.C. Fue maestro itinerante y consejero de los soberanos de varios estados.
Para restablecer el orden y la prosperidad, abogó por la restauración del
gobierno imperial, de las organizaciones sociales y familiares y de las reglas
establecidas en la literatura clásica de principios de la dinastía Zhou. Lo más
importante en este sistema, sin embargo, era el individuo. Para Confucio cada
ser humano tiene que cultivar virtudes personales como la honestidad, el amor y
la piedad filial a través del estudio de los modelos aportados por la
literatura clásica. Esto traería la armonía a la jerarquía que conformaba la
familia, la sociedad y el Estado. Los individuos más importantes serían sus dirigentes
y consejeros, porque sus pautas de conducta virtuosa representarían un ejemplo
para los demás.
Confucio no habló en sentido estricto de la naturaleza
de los seres humanos, los derechos del pueblo contra los soberanos tiranos y la
influencia de lo sobrenatural en los asuntos de los hombres. Pero dos de sus
discípulos de los siglos IV y III a.C., Mencio y Xun-zi clarificaron mucho
estos conflictos básicos. Mencio afirmó que la naturaleza humana era buena en
esencia y que se podía desarrollar no sólo mediante el estudio, como había
enseñado Confucio, sino también a través de un proceso de autoconocimiento
interior. Al igual que Confucio, Mencio aceptó la sociedad medieval en la que
vivía organizada de acuerdo con principios jerárquicos, pero hizo mucho
hincapié en la responsabilidad que tenían los gobernantes en el bienestar de su
pueblo. Los gobernantes Zhou mantenían su posición gracias a una doctrina
llamada Mandato del Cielo, según la cual el Cielo era la autoridad impersonal
que regía todas las acciones que tenían lugar en el Universo. Mencio sostenía
que el Mandato del Cielo se expresaba por la aceptación de un gobernante por
parte del pueblo. Si el pueblo se sublevaba y derrocaba a un tirano, quedaba
probado que el Cielo le había retirado su mandato. En nombre del Cielo, Mencio
reivindicaba el derecho de rebelión del pueblo chino. Xun-zi mantuvo una
concepción opuesta por completo a la naturaleza humana. Afirmaba que la
rebelión era mala en un sentido intrínseco. Xun-zi, sin embargo, era lo bastante
optimista para creer en la ilimitada capacidad del pueblo para mejorar. Enseñó
que, a través de la educación, del estudio de los textos clásicos y de las
reglas de la propiedad, se podría alcanzar la virtud y restaurar el orden en la
sociedad. Así, Xun-zi dotó al confucionismo de una filosofía pedagógica formal
y una tendencia hacia las reglas rígidas para regular la conducta humana.
Taoísmo y otras escuelas importantes
La segunda gran filosofía de la etapa clásica fue el
taoísmo. El filósofo Lao-tsé, que quizá vivió en el siglo VI a.C., está
considerado como el fundador de esta escuela. Mientras que el confucionismo
buscaba el pleno desarrollo de los seres humanos a través de la educación moral
y el establecimiento de una sociedad jerarquizada, el taoísmo pretendía
proteger la vida humana siguiendo el Camino de
Entre las otras escuelas importantes de ese periodo se
encuentran el mohismo, el naturalismo y los dialécticos. El mohismo, fundado
por Mo-tzu en el siglo V a.C., predicaba el utilitarismo estricto y el mutuo
amor entre las personas, con independencia de las relaciones familiares o
sociales. Durante el siglo IV a.C., el naturalismo ofrecía un análisis del
funcionamiento del Universo basado en algunos principios cósmicos. Los más
conocidos son el yin y el yang, que representaban las dualidades que actuaban
en la naturaleza, lo femenino y lo masculino, la sombra y la luz, el invierno y
el verano. También en el siglo IV a.C., los dialécticos se encaminaron hacia un
sistema de lógica mediante el análisis del verdadero significado de las
palabras, con el fin de evitar las trampas inherentes al lenguaje.
Escuela legista
La escuela legista surgió como la filosofía dominante en
el reino de Qin durante los caóticos años entre los siglos IV y III a.C. Dos
discípulos de Xun-zi, Han Fei y Li Su, fueron, respectivamente, su principal
filósofo y la persona que puso en práctica el legismo. Fundamentaron sus ideas
en las enseñanzas de Xun-zi cuando sostenía que la naturaleza humana era mala e
incorregible y que era necesario un estricto control sobre cada aspecto de la
sociedad humana. Toda libertad personal estaba subordinada a su objetivo de
crear un Estado fuerte bajo un soberano con autoridad ilimitada.
La escuela legista facilitó un instrumento efectivo al
crear una poderosa y autoritaria maquinaria militar y económica en el Estado de
Qin. Hacia el
Todo esto ocurrió poco antes de que el gobierno opresivo
de la dinastía Qin provocara la rebelión del pueblo chino. En el
Confucionismo Han
Basando sus ideas en gran medida en el concepto de
Xun-zi, es decir, el del Universo como una tríada formada por el cielo, la
tierra y la humanidad, los filósofos confucianos de la dinastía Han crearon un
sistema de pensamiento que unía la cosmología del yin y del yang de los
naturalistas; la preocupación taoísta de percibir y comunicar con la
naturaleza; las enseñanzas confucianas sobre un gobierno benevolente dirigido
por soberanos virtuosos y el respeto por el aprendizaje y los principios
legistas del desarrollo económico y de la administración. Esperaban que esta
filosofía aglutinadora daría al soberano y al gobierno el conocimiento para
comprender las partes celeste y terrenal de la tríada y los medios necesarios
para regular la parte humana, así como para coordinarlos y establecer una
armonía perfecta en el Universo. La sistematización racionalista que sugería
esta formulación llevó al fin a acuñar ideas inverosímiles y mezclarlas con
supersticiones que permitían explicar de un modo simbólico las misteriosas
actividades del cielo y la tierra. Aunque el confucionismo Han contaba con el
apoyo del gobierno desde el
ETAPA MEDIEVAL
Durante los siglos II y III d.C., un conjunto de causas
sociales y económicas llevaron a la caída de la dinastía Han, provocando la
desunión política y la invasión extranjera. El vacío filosófico creado por el
colapso del confucionismo Han fue resuelto por el taoísmo y también por el
budismo, una filosofía entonces nueva en China. Un grupo de pensadores taoístas
intentó reconciliar las enseñanzas confucianas de la responsabilidad social con
la naturalidad y misticismo del taoísmo, un segundo grupo buscó escapar del
agitado clima político existente a través de la creencia en el placer como
único bien.
Budismo
El budismo penetró en China desde
La evolución del budismo en China se ajustó a la
predilección china por el sincretismo, la conciliación de credos religiosos
opuestos. El budismo hindú se dividía en sectas, algunas de las cuales
mantenían que los elementos básicos de la existencia eran reales (realismo) y
otras que eran irreales, o que estaban vacíos (idealismo) de fondo. Ninguna de
estas posiciones extremas pudo satisfacer a los filósofos budistas chinos de la
secta T’ien T’ai que formularon la “Triple verdad en perfecta armonía” para
explicar la naturaleza de la existencia. Esta doctrina mantenía que, aunque las
cosas están fundamentalmente vacías, tienen una existencia temporal y ésta es
la verdadera naturaleza de todas las cosas en el Universo. La metafísica
sincrética de la secta T’ien T’ai realizó la mayor contribución doctrinal al
budismo, pero la secta de la meditación, que enseñaba el método directo
intuitivo para penetrar en la verdadera naturaleza del universo, tuvo un
alcance y permanencia mayores en China. Esta secta se conoce mejor en el mundo
occidental por su nombre japonés de budismo Zen.
Periodo sincrético
La reunificación de China bajo la dinastía Sui (581-617)
y la dinastía Tang (618-907) conllevó varios siglos de sincretismo religioso y
filosófico que aglutinaba el taoísmo, el budismo y el confucionismo resurgente.
A pesar de que el budismo fue dominante en sus primeros tiempos, entre estas
tres escuelas el confucionismo ofreció una filosofía política y social adecuada
a las necesidades de un imperio centralista. En consecuencia, fue restablecido
como el fundamento idóneo para la educación de los futuros funcionarios y esta
instruida clase siguió siendo cada vez más confuciana. Este hecho, tanto como
el temor del gobierno hacia el poder creciente de
El confucionismo no se reinstauró hasta después de la
dinastía Song, después de que China hubiera sufrido otro periodo de desunión
política desde 907 hasta 960 conocido como el de las Cinco Dinastías. El
neoconfucionismo surgió del renovado estudio de los clásicos, necesario para
poder optar a un cargo y conseguir un puesto en la administración civil
imperial e intentó reforzar la ética confuciana con un sustrato metafísico. Al
hacer esto asumió algunas de las ideas del budismo y del taoísmo, aunque en
esencia eran muy diferentes, opuestas. El neoconfucionismo enseñaba que existía
un principio para todas las cosas en el Universo, buscó descubrir esa noción
generadora y mantuvo que el conocimiento del principio uniría al individuo con
el Universo y le guiaría en las relaciones personales, sociales y políticas. El
budismo, por el contrario, había enseñado que todas las cosas en el Universo
estaban, en última instancia, vacías, intentó transmitir a sus seguidores que la
iluminación produciría en el individuo el rechazo de los asuntos mundanos. El
taoísmo no consideraba que el Universo estaba vacío, pero intentó alejar al
individuo de la sociedad humana e incluso transcender la vida y la muerte.
ETAPA MODERNA
El neoconfucionismo tuvo tres escuelas: la escuela del
principio (racionalismo), la escuela de la mente (idealismo) y la escuela del
saber práctico (empirismo).
Escuela del principio
La especulación metafísica del siglo XI fue sintetizada
en el siglo XII por el gran neoconfuciano Zhu Xi, que desarrolló las doctrinas
de la escuela del principio. En el siglo XIV estas doctrinas fueron adoptadas
para las pruebas de admisión en el servicio civil imperial y permanecieron
iguales hasta 1905. Esta escuela mantenía que todas las cosas estaban
compuestas de dos elementos: principio o ley (li), que era un reflejo del Gran Absoluto (Tai-chi), y materia (ch’i).
A través de la investigación de las cosas, que vino a ser el estudio de los
asuntos humanos de acuerdo con los clásicos, y a través del autoconocimiento,
uno podría llegar a la materia y comprender el principio. Este estudio llevaría
a un entendimiento de todas las cosas y, al mismo tiempo, acentuaría el
principio (la naturaleza humana buena en esencia) y minimizaría el ch’i (las propensiones físicas) en la
mente de cada uno. Así instruido, el individuo podría entender los asuntos del
Universo y dominarlos mediante el poder de la virtud personal.
Escuela de la mente
La neoconfuciana escuela de la mente (hsin) surgió en los siglos XI y XII,
pero hasta el siglo XV no encontró un divulgador de excepción en la persona del
estadista Wang Yang-ming. Siguiendo las primeras enseñanzas de la escuela, Wang
mantenía que la mente no era una combinación de li y de ch’i sino sólo li, o principio. Puesto que la mente era
principio puro, sin las trabas del ch’i,
contenía la bondad esencial de la naturaleza humana. Por lo tanto, todos
tenemos conocimiento del bien de forma innata y sólo necesitamos buscar en
nuestras mentes para encontrarlo. Wang afirmaba también que el conocimiento
bueno y verdadero ha de tener una consecuencia práctica. Esto le llevó a la
conclusión de que conocimiento y acción forman una entidad inseparable. Abogó
por una filosofía que arrancara del descubrimiento del principio o del
conocimiento de lo bueno en la mente de uno mismo y llevara los impulsos de la
mente hacia acciones benéficas para la sociedad. Tras la muerte de Wang, la
escuela de la mente se orientó hacia la práctica de la meditación Zen para alcanzar
la iluminación. Más tarde, esto llevó a un grupo de sus seguidores hacia el
subjetivismo, una especie de respuesta espontánea a todos los impulsos
naturales. Esta tendencia se asoció con el debilitamiento del gobierno chino en
los últimos años de la dinastía Ming, que concluyó en 1644.
Escuela del saber práctico
Al principio de la dinastía Qing, fundada en 1644, los
filósofos confucianos reexaminaron la civilización Ming con la intención de
descubrir el punto débil que había provocado su caída. La escuela del saber
práctico rechazó tanto la especulación metafísica de la ortodoxa escuela del
principio como el idealismo subjetivo de los seguidores de Wang Yang-ming.
Impulsaron el estudio renovado de los textos clásicos de la dinastía Han para
redescubrir la ética verdadera y las doctrinas socio-políticas del
confucionismo. Este estudio provocó un espíritu muy crítico y métodos
científicos concretos de verificación de los textos. El mayor filósofo de esta
escuela fue Tai Chen que, durante el siglo XVIII, objetó a la enseñanza
neoconfuciana que la verdad, o principios, existía en la mente humana y que se
podía alcanzar mediante la disciplina mental. Creía que esas enseñanzas habían
llevado a una introspección y misticismo excesivos. Además rechazó lo que los
demás neoconfucianos habían determinado como verdad o principio por
considerarlo como simples juicios subjetivos. Llegó a afirmar que el principio
podía encontrarse en las cosas en exclusiva y que sólo podía ser estudiado con
objetividad a través de la recopilación y análisis de datos basados en hechos.
Estos métodos científicos, sin embargo, no fueron nunca aplicados por la
escuela empírica para el estudio del mundo natural: esta escuela se centró en
el estudio de los asuntos humanos de la misma forma que lo hicieron los
clásicos. El resultado fue un notable saber en los campos de la filología, la
fonología y la geografía histórica, pero hubo muy poco conocimiento innovador y
no se produjo ningún avance en las ciencias naturales.
Especulación de los siglos XIX y XX
Las carencias del neoconfucionismo se hicieron patentes
en el siglo XIX. La especulación metafísica no aportó ninguna explicación para
los cambios que el impacto de Occidente hizo necesarios en China, y la ética
tradicional parecía impedir, cuando no frustrar, los intentos chinos para
modernizarse. En la década de 1890, sin embargo, el joven y brillante filósofo
K’ang Yu-wei hizo un esfuerzo radical para adaptar el confucionismo al mundo
moderno. En su revolucionario tratado Confucio,
un reformista, K’ang afirmó haber descubierto la fuente confuciana para una
reforma radical de las instituciones políticas y sociales chinas, reformas
necesarias si China quería hacer frente al imperialismo de Occidente. El
programa para la reforma confuciana de K’ang, aplicado durante un breve periodo
en 1898, se vio frustrado por el poder que tenían en el gobierno los
confucianos ortodoxos y el propio K’ang tuvo que exiliarse. El líder
nacionalista Chiang Kai-shek hizo, con el Movimiento Nueva Vida en la década de
1930, un intento por reavivar en China la ética de Confucio.
Hacia 1897 la filosofía occidental se había introducido
en China a través de las traducciones y durante las décadas siguientes muchas
ideas y doctrinas occidentales llegaron de la mano de estudiantes chinos que
regresaban de Norteamérica y Europa a su país. La filosofía china del siglo XX
ha adaptado una serie de modelos derivados del pensamiento occidental a la vez
que ha intentado utilizar ideas de las escuelas orientales tradicionales.
Las filosofías occidentales más influyentes en el siglo
XX en China han sido el pragmatismo y el materialismo. El primero, recogido en
los escritos de Hu Shih, alumno del filósofo estadounidense John Dewey,
concebía las ideas como instrumentos para hacer frente a las situaciones reales
y puso énfasis en los resultados. Por lo tanto era apropiado para una filosofía
de la reforma y desempeñó un papel importante en el Movimiento Nueva Cultura
(iniciado en 1917), que pretendía modernizar la vida social e intelectual.
Hacia 1924, sin embargo, el pragmatismo empezó a perder popularidad, tal vez
porque carecía de un ideario político integrado. El materialismo en China ha
consistido sobre todo en su vertiente dialéctica, como fuera descrito por Karl
Marx, cuyos trabajos fueron muy conocidos hacia 1919. El materialismo ha sido
el poder motor en la reconstrucción económica china y, desde finales de la
década de 1920, el materialismo histórico (la interpretación económica de la
historia) ha ganado popularidad entre algunos filósofos no comunistas. La
mayoría de los materialistas adoptó más tarde el marxismo-leninismo, la línea
política ortodoxa del Partido Comunista Chino, expuesto por Mao Zedong (Mao
Tsé-tung). Aunque los comunistas chinos han afirmado que el maoísmo era un
desarrollo del marxismo-leninismo, un análisis pormenorizado muestra que la
originalidad de Mao no era tanto teórica cuanto práctica y sostenida por su
indudable carisma como líder de masas.
El filósofo confuciano más conocido del siglo XX es Fung
Yu-lan, que ha reconstruido la neoconfuciana escuela del principio. Aunque sus
conclusiones eran similares a las de los neoconfucianos de la época Song, Fung
aportó razonamientos nuevos y lógicos y clarificó el modelo original. Hacia
1960 Fung se decantó por el materialismo histórico y revisó su obra La historia de la filosofía china
(1931, 1934; complementada, 1936; traducida, 1948) según las ideas del
marxismo-leninismo.
Bibliografía China
Fuente
: Wikipedia
Las Cuatro Novelas Clásicas de
la literatura
china son:
·
Romance de los Tres Reinos (1330) de Luo Guanzhong.
·
A la orilla del agua (1573) de Shi Nai'an y Luo Guanzhong
·
Viaje al Oeste (1590) atribuido a Wu Cheng'en.
·
Sueño de las mansiones rojas también llamado Sueño en el pabellón rojo (1792) de Cao Xueqin
·
Las Veinticuatro Historias, una colección de historias, que incluyen los Registros del Gran Historiador de Sima Qian y el Libro
de Han de Ban Gu.
·
Las Estrategias de los Estados
Guerreros, atribuido a Liu Xiang.
·
Los Anales de la
Primavera y el Otoño de los dieciseis reinos, un registro histórico de
los Dieciséis Reinos, atribuido a Cui Hong, se ha perdido.
·
El Shiming, es un diccionario compilado
por Liu Xi hacia finales del siglo segundo.
·
Los Diálogos
entre Li Jing y Tang Taizong, atribuido a Li Jing
·
El Espejo
exhaustivo para ayudar a gobernar, cuyo editor principal es Sima Guang.
·
Los Anales de la
Primavera y el Otoño de Wu y Yue, un registro histórico de los estados
de Wu y Yue durante
el periodo de Primavera y Otoño, atribuido a Zhao Ye.
·
El Jiaoshi Yilin, una obra organizada
siguiendo el I
Ching, compuesta durante
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Occidental y atribuida a Jiao
Yanshou.
·
Los Nueve capítulos del arte de las
matemáticas, un libro chino sobre
matematicas compuesto por varias generaciones de estudiosos de la dinastía Han.
·
El Clásico de los mil caracteres, atribuido a Zhou Xingsi.
·
El Tratado
sobre astrología de la Era Kaiyuan, compilado por Gautama Siddha, es una
enciclopedia china sobre astrología y adivinación.
·
El Shitong, escrito por Liu Zhiji, una obra sobre historiografia.
·
El Tongdian, escrito por Du You, un texto contemporáneo sobre la dinastia Tang.
·
El Tang Huiyao, compilado por Wang Pu, un texto basado en la historia institucional de la dinastia Tang.
·
Los Grandes
registros Tang sobre las regiones Occidentales, compilado por Bianji; a recount of Xuanzang's
journey.
·
El Miscellaneous
Morsels from Youyang, escrito por Duan Chengshi, recoge: historias
fantásticas, anécdotas, y costumbres exóticas.
·
Los Cuatro grandes libros de Song, una expresión que hace referencia a las cuatro
grandes recopilaciones durante los comienzos de la dinastía Song.
·
El Siku Quanshu,
la más grande recopilación de literatura sobre historia de China.
·
Los Nuevos
cánticos de la Terraza Jade, una colección de poemas del período de las Seis dinastías.
·
El Quantangshi, o Colección de
poemas Tang, compilados durante la dinastia Qing,
publicado en el año 1705.
2012.- Sons of Heaven, Brothers of Nature: The Naxi of Southwest China. Papers of the White Dragon.
2011 - El
matriarcado en China: Madres, diosas, reinas, y chamanes.
Miraguano Ediciones. Madrid.
2010 - El Tigre en China: Imagen y Símbolo.
Pedro Ceinos Arcones. Miraguano Ediciones. Madrid. 2010
2007 - Leyendas
de la Diosa Madre (Y
otros mitos de diosas y mujeres de los pueblos de China). Miraguano Ediciones.
Madrid.
2006- Shangrilá:
Viaje por las fronteras sino tibetanas. Miraguano. Madrid
2009-1998- Manual
de Escritura de los Caracteres Chinos. (Novena
edición 2009) Miraguano. Madrid.
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