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14 de febrero de 2022

El Imperio Bizantino 3ª parte

 


6. Bizancio un Imperio Cristiano


La Iglesia desempeñaba un papel muy importante en el Imperio Bizantino. Desde los orígenes del cristianismo, Oriente había sido la parte más rápida en intensamente cristianizada. De los cinco patriarcas de la Iglesia, cuatro estaban en Oriente: Constantinopla, Antioquía, Jerusalén y Alejandría, y sólo uno en Occidente, en Roma.

La Iglesia de Oriente, más culta que la de Occidente, desarrolló la tradición bíblica, reunió los primeros concilios para definir la doctrina (Éfeso, Constantinopla, Nicomedia...), creó las primeras órdenes monásticas (San Basilio) y evangelizó a los pueblos germánicos (visigodos) o eslavos (Círilo y Metodio, en el siglo IX).

Tuvo que resolver desde un principio dos graves problemas: sus relaciones con Occidente. Las primeras no fueron siempre buenas. Los Emperadores pretendieron siempre tener sometida a la Iglesia a través del patriarca de Constantinopla. Desde el año 753 (Concilio de Constantinopla) hasta el año 843, los emperadores mantuvieron una lucha abierta contra la influencia de los monjes sobre el pueblo, en la llamada querella iconoclasta.

El segundo problema acabó con un rompimiento definitivo. Las disputas de prestigio entre el Patriarca de Constantinopla y el de Roma, llevaron al Cisma de 1054, cuando el patriarca griego Miguel Cerulario rompió con Roma. Desde entonces el cristianismo oriental u ortodoxo ha mantenido una estructura más tradicional que el cristianismo católico de Roma.


7. La Cultura y el Arte Bizantino


El mundo cultural bizantino se basó en unas fuentes de influencia determinantes. Fundamentalmente fue una civilización helenística, derivada de la que crearon los reinos sucesores del Imperio de Alejandro Magno. En este aspecto era una mezcla de la lógica, la proporción y el sentido de la belleza griegos a los que se les añadió el lujo y la grandeza de Oriente. Pero era una cultura profundamente cristiana. Literatura y arte estaban en función del poder imperial y de la Iglesia; se desarrollaron en la Corte, las Universidades (Constantinopla, Atenas, Beirut) y en los monasterios, el más conocido el monasterio del Monte Athos.

Fue por tanto una cultura que recopiló el mundo grecorromano y lo estudió concienzudamente. No sólo se conoció el derecho romano, por obra de Justiniano; en las universidades se estudió a Homero y a los autores clásicos, se revisó y anotó la ciencia grecorromana. A Constantinopla acudían estudiosos de la Europa occidental y del mundo islámico a escuchar las clases de Bardas Focas, el patriarca Focio en el siglo XI.

El arte era religioso y palaciego. La muestra más grandiosa era la basílica de Santa Sofía, construida en tiempos de Justiniano. Se trata de una arquitectura de grandes proporciones, extraordinario lujo de medios como mármoles, suntuosa decoración, que usaba la cúpula como principal elemento constructivo. Las iglesias solían ser de planta de cruz griega, para destacar el espacio central que cubría la cúpula.  El capitel de doble tronco-cónico invertido, con rico trabajo de decoración, es típico de la arquitectura bizantina, que usaba alternativamente formas arquitrabadas y abovedadas.

El elemento decorativo básico era el mosaico, que cubría amplias paredes o el ábside de las iglesias. Construido con pequeñas teselas de colores vivos, que mostraba a la gente un mundo hierático, religioso o político, poco naturalista, con fondos dorados, sin perspectiva. Daba sensación de gran riqueza y solemnidad.


8. La influencia de Bizancio en el Islam y en Europa


Bizancio fue importante también como transmisor de la mentalidad del mundo clásico y de su propia interpretación de este mundo. En las provincias ocupadas por el Islam (Siria, "Palestina", Egipto) sabios y artistas traducirán A Aristóteles , a Ptolomeo o construyeron las primeras mezquitas a imitación de las basílicas bizantinas. La misma organización del Califato musulmán de los Omeyas se basó en la administración bizantina.

Hacia Europa, Bizancio marcó dos líneas de influencia. La más importante fue la del mundo eslavo de los Balcanes y de Rusia, que fue cristianizada por misioneros bizantinos. Las iglesias rusas de San Basilio en Moscú, o la de Kiev, Los iconos, los libros miniatura..., derivaban del arte bizantino.

El mundo cultural bizantino influyó también en la Europa occidental a través de una serie de enclaves. El más importante fue Rávena, durante mucho tiempo fue una base bizantina. Los sistemas constructivos y decorativos bizantinos usados en las iglesias  de Rávena, fueron imitados en Venecia ( San Marcos) o en el imperio de Carlomagno en Aquisgrán.

Años más tarde durante los siglos XII al XIII, los cruzados que regresaban de Tierra Santa trajeron productos bizantinos como vestimenta, objetos de lujo, novelas de aventuras, libros...arte.


Continuara...













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