Capitulo 6
LA RADIO : MÚSICA, PROGRAMA Y CANCIONES
El parte. Radio
Oviedo y Radio Asturias. Discos de pizarra. Cuentos infantiles. Discos
dedicados. Antonio Medio. Anuncios comerciales. Programas infantiles. Bobby
Deglané y Carlos Alcaraz. Cabalgata fin de semana. Los seriales radiofónicos.
Las canciones olvidadas. Sin novedad señora baronesa. Se va el caimán. Rascayú.
Existen
infinidad de estudios y publicaciones extensas y muy completas sobre lo que fue
la radio en estos años que ahora evocamos y lógicamente no es motivo ahora
reiterar todo lo escrito sobre este trascendental medio y su gran aceptación
como entretenimiento familiar, sentados muchas veces todos los miembros a
escuchar sus programas, en el círculo de una agradable mesa-camilla provista de
brasero de carbón vegetal.
También hay que destacar cómo en esta época
actual, caracterizada por las prisas y el entretenimiento rápido e individual,
puede parecer extraño e incomprensible cómo era nuestra mayor diversión
acomodarnos alrededor de un viejo aparato de radio y entre zumbidos, pitidos y
crepitaciones escuchar sus emisiones de música, anuncios, seriales y programas
nocturnos. El sonido de la fanfarria era inicio de los partes de noticias a las
dos y media y a las 10, en que “el diario hablado de Radio Nacional de España”
se emitía con “líneas a su cargo” en todas las emisoras españolas, finalizando
éste con el toque de clarín y el himno nacional entremezclado con el “cara al
sol” y el “Oriamendi”.
En Oviedo teníamos dos emisoras llamadas
Radio Asturias EAJ-31 y Radio Oviedo de
Si nos atenemos a los discos infantiles se
podían oír los cuentos clásicos entre los cuales los más repetidos eran
“Blancanieves”, “El soldadito de plomo”, “Bartolo tenía una flauta”, “La lechera”,
“Dónde están las llaves”, “El flautista de Hamelín”, “El enano saltarín”, “La
gallina Marcelina”, “Los tres osos”, “La ratita presumida”...Otros eran de
motivos cómicos tales como “La escuela de Don Gaspar”, “El examen de Maginet de
Para los mayores había discos dedicados en
ambas emisoras y un programa especial a base del llamado “socio cooperador”, en
el cual se podía elegir un disco al mes siempre que fueses socio de la emisora
por una módica cuota. No voy a citar aquí la relación de títulos, ya archiconocidos
por los numerosos estudios musicales que se han realizado sobre esta época pero
quisiera recordar alguno de poemas recitados por Pepe Pinto tales como “
A propósito de los anuncios comerciales
musicales, que también se ponían en los descansos de los cines, había toda una
serie de ellos y muchos también con productos y motivos asturianos. Lógicamente
como la cara del disco podía durar de
Simultáneamente a la música había pequeños
programas infantiles, con uno que batió todas las marcas que fue el de “Las
aventuras de Pinín”, ya famosísimo por sus historietas en el periódico
La aparición en los aires asturianos de los
magníficos programas de Radio Madrid, de la mano de Bobby Deglané oscureció a los
de Radio Nacional de España “Noches del Sábado” y “Gran Parada” de la mano de
Carlos Alcaraz y otros muy oídos tales como “Plasmón” de tipo médico y
“Pálpala” basado en el semanario “
El programa de la noche del sábado de Radio
Madrid se podía oír perfectamente ya que Radio Oviedo se asoció a esta cadena y
con ello la calidad del sonido estaba asegurada. En la noche y después del
diario hablado de Radio Nacional, comenzaba “Cabalgata fin de semana” con una
duración de casi 4 horas e incluso 5. aquellas noches eran entretenidísimas,
con la actuación en directo de Gila, Tip y Top, lo hermanos Ozores y el
inimitable Pepe Iglesias “El zorro” cuyos personajes de la loca Verónica y el
Finado Fernández marcaron época. Simultáneamente actuaban cantantes tales como
Ana María González, mejicana que popularizó el chotis Madrid y “El preso número
nueve”, sin omitir a las Hermanas Fleta con su “Penjamo”. Entrelazadas entre
estas actuaciones había concursos de “Doble o Nada”, “La melodía misteriosa” (hábilmente
alterada por el Maestro Trabuqueli) y “La baraja musical”.
Las tardes lluviosas y frías del invierno
oíamos también al lado de nuestras madres y hermanas los seriales radiofónicos
de Guillermo Sautier Casaseca, entre los cuales sobresalieron “Ama Rosa” y “Un
arrabal junto al cielo”, sin olvidar a Doroteo Martí y su “Rosa de Pasión”.
Las piezas musicales radiadas por las dos
emisoras ovetenses eran lógicamente muy repetitivas, con un repertorio
limitado, por cuyo motivo las letras de las canciones eran conocidas y
tarareadas por la mayoría de los oyentes, entre los que estábamos incluidos también
los niños. No se trata de hacer aquí , tal como ya se indicó, un estudio
sistemático de aquellas inolvidables canciones e intérpretes pues ya hubo las
suficientes investigaciones y publicaciones al respecto, pudiendo poner como
ejemplo la selección musical de la magnífica película de Patiño “Canciones para
después de una guerra” y a los excelentes grupos de intérpretes que han
actualizado con mucho cariño y acierto las más famosas, tal como es el caso de
“Radio Topolino Orquesta” y “El Consorcio”.
No obstante han quedado muchas canciones
totalmente olvidadas que ahora recordaremos las letras de alguna de ellas, con
todo merecimiento. Debo hacer previamente la importante observación de que
éstas han brotado desde el profundo pozo de mi memoria y no ha habido otra
fuente ni de inspiración ni de consulta previa. Por tal motivo puede haber y
hay fallos en parte de alguna de ellas pero el núcleo de cada una, incluido el
estribillo, permanece casi fiel a la realidad y puede así ayudar a dar una
vuelta al recuerdo de muchas de éstas que tanto oíamos y cantábamos. Ahí van
estas letras que parecían olvidadas y que a más de uno puede emocionar al
encontrarse de nuevo con alguna de ellas, que en su niñez oyó y aprendió y
nunca olvidó.
En la clasificación de éstas no se mantiene
ningún orden, pero hay una que para mí guarda un valor especial por su
contenido cómico y por ser una de las que más cantábamos a coro los niños y las
niñas, sentados en corro sobre el mismo centro de la calle si hacía buen tiempo
o dentro de un portal cuando llovía. Esta canción tenía por título “Sin novedad
Señora Baronesa” y su letra, casi completa decía así: “José, José, aquí la
baronesa”, “que llegué anoche a la ciudad”, “José, José, llamo para preguntarte”, “si en el palacio
hay novedad”. “No hay novedad, señora baronesa”, “no hay novedad, no hay
novedad”, “solo pasó que anoche le robaron”, “las perlas de su gran collar”, “y
que también un terremoto”, “a la techumbre hizo volar”, “por lo demás, la cosa
está tranquila”, “no hay novedad, no hay novedad”. “Ramón Ramón, Ramón del alma
mía”, “mi confianza pongo en ti”, “Ramón Ramón, mi mente desvaría”, “dime qué
pasa por ahí”. “No hay novedad, señora baronesa”, “no hay novedad, no hay
novedad”, “solo pasó que anoche cayó un rayo”, “y del palacio hizo un solar”,
“y que después lo que quedaba”, “se lo ha llevado un huracán”, “por lo demás,
esto es un paraíso”, “no hay novedad, no hay novedad”. “Manuel Manuel, te llamo
desde el pueblo”, “muy disgustada desde ayer”, “Manuel Manuel estoy que ya ni duermo”,
“di la verdad, di la verdad”. “No hay novedad, señora baronesa”, “no hay
novedad, no hay novedad”, “le llamo a usted desde la casa del perro”, ”porque
tampoco el perro está”, “todo acabó y a los bomberos”, “les nada queda que
hacer ya”, “por lo demás, esto es un paraíso”, “no hay novedad, no hay
novedad”.
Recordamos ahora otras pocas, aunque
algunas de ellas no están completas pero que pese a ello merecen ser citadas.
Se va el caimán
“Se va el caimán, se va el caimán”, “se va
para Barranquilla”, “se va el caimán, se va el caimán”, “se va y no volverá”.
“Una chica patinando patinando se cayó”, “y en el suelo se le vio ¿el qué?”,
“que no sabía patinar”. “Se va el caimán, se va el caimán”, “se va para Barranquilla”,
“se va el caimán, se va el caimán”, “se va y no volverá”.
Esta
canción fue censurada y prohibida su radiodifusión en Asturias debido a
que, según radio macuto, en el puerto de Gijón varios jóvenes tiraron un tablón
al agua con una foto de Franco en ella y comenzaron a cantar a coro: “Se va el
caimán, se va el caimán”, “se va para Argentina”, “se va el caimán, se va el
caimán”, “se va y no volverá”. La policía se enteró del espectáculo y
lógicamente la canción fue retirada de la circulación.
Otra canción censurada por iniciativa del
clero, ésta por impía, fue “Rascayú” pues en ella se consideró que se
ridiculizaba la vida en el más allá, ya que su estribillo repetía muchas veces
“Rascayú cuando mueras qué harás tú”, “tú serás un cadáver nada más”.
La Tonta Tomasa
“Tomasa gritan los chicos del pueblo”,
“Tomasa a todos sirves de guasa”, “Tomasa todos dicen que eres tonta”, “pero
sabes hacer caca”. “Yo nunca he tenido novio”, “ni dios me dé tentación”, “pues
yo a los hombres los quiero”, “lejos de mi corazón”. “Y si alguno se me
acerca”, “aprovechando mi tontuna”, “esos son falsos testimonios, que le
levantan a una”. Venía ahora un recitado: “El otro día un mozo me dijo que se
quería casar conmigo. Si yo soy tonta le dije. Qué más da, me respondió,
también las rosquillas son tontas y saben muy ricas”
Santa Marta
“Santa Marta, Santa Marta tiene tren”,
“Santa Marta, tiene tren, pero no tiene tranvía”. “Si no fuese por las olas,
caramba”, “Santa Marta moriría, caramba”. “Las mujeres, las mujeres
colombianas”, “no saben ni dar un beso”, “en cambio las españolas, caramba”,
“besan que es un embeleso, caramba”.
Me he de comer esa tuna
“Guadalajara en un llano, México en una
laguna”, “Guadalajara en un llano, México en una laguna”. “Me he de comer esa
tuna”, “me he de comer esa tuna”, “me he de comer esa tuna”, “aunque me espine
la mano”. “Dicen que soy hombre malo”, “malo y mal acostumbrado”, “dicen que
soy hombre malo”, “malo y mal acostumbrado”. “Porque me comí un durazno”,
“porque me comí un durazno”, “porque me comí un durazno”, “de corazón colorado”.
Tabernero
“Tabernero que idiotizas”, “con tu brebaje
de fuego”, “llena de nuevo mi copa”, “bien rellena de veneno”. A continuación
seguía un monólogo con voz de borracho: “los hombres no valemos nada, y, digo
que no valemos nada porque el otro día me saqué una fotografía y la expuso el
fotógrafo con el valor de seis como ésta, 10 pesetas. ¡ Vivan las mujeres !,
que todo el mundo debiera estar casado para que supiera lo que es bueno. Soy un
hombre de una inteligencia cristalina, pues gracias a mí han podido enterrar a
mi primo Telesforo. Primo mío que se murió sentado en una silla. Como estaba
tan tieso y doblado no lo podían enterrar. Yo lo he solucionado. Metieron el
ataúd vacío en el coche y él se fue sentado en el pescante con el cochero. “Tabernero
que idiotizas”, “con tu brebaje de fuego”, “sigue llenando mi copa”, “bien
rellena de veneno”. “Como yo no tengo amores”, “y los que tuve murieron”,
“placer encuentro en el vino”, “que me sirve el tabernero”. “Tabernero,
tabernero”, “yo ya no tengo remedio”.
Limosna de amor
“Como paria del destino”, “solo he hallado
en mi camino”, “la tristeza y el dolor.” “Fuiste tú la magdalena”, “la mujer
más bella y buena”, “que consuela mi dolor”. “Yo te debo mi alegría”, “toda la
luz de este día”, “que me produce tu amor”. “Y si alguna vez nos encontramos”,
“los apuros que pasamos”, “solo lo sabemos tú y yo”. “Limosna de amor”, “me
diste un instante”, “limosna de amor, a mi alma sangrante”, “limosna de amor”,
“que no te pedí”, “déjame conmigo tu buena limosna”, “teniéndote siempre muy
cerca de mí”.
Mi hijo
“Yo tenía un hijo”, “que era mi alegría”,
“ángel de los cielos”, “luz del mediodía”. “Bello cual su madre”, “fuerte como
yo”, “hijo más hermoso”, “nunca más se vio”. “Al llegar rendido a casa”, “de
tanto como lucho”, “venía a mí diciendo”, “papá te tero mucho”. “Pero el hijo
tan querido”, “hace poco se murió”, “no comprendo como puedo”, “vivir con su
ausencia yo”. “Hijo pedacito de mi carne”, “pedacito de mi vida”, “de mi pobre
corazón”. “Hijo al saber que te he perdido”, “mi sollozo es el rugido que lanza
fiero el león”. “Ahora ya no lucho”, “ando dando tumbos”, “y cuando llego a
casa”, “parece que le escucho”, “papá te tero mucho”. “Su madre a mí abrazada”,
“solloza como yo”, “los dos nos hemos muerto”, “el día que él murió”. “Aunque
soy un fiel creyente”, “a mi Dios pregunto así”, “para qué te lo has llevado”,
“si era todo para mí”.
La caravana
“Cantando van alegres”, “su tierra está
lejana”, “errantes van en caravana”, “pueblos y pueblos los ven pasar”. “La
caravana, con sus cantos y risas”, “la ruta sigue, sin sentir el dolor”. “Tan
solo él quedó sin compañera”, “si ella estuviera, qué felices los dos”. “Tan
solo él no ríe”, “tan solo él no canta”, “quiere olvidar en caravana”, “la
triste suerte que le afectó”.
Soñar despierto
“Qué lindo es soñar despierto”, “ajeno a la
tentación”, “y despertar un momento”, “en pleno instante de la ilusión”. “Soñar
con el Paraíso”, “soñar que yo soy Adán”, “sin Eva ni compromiso”, “ni manzanas
de Satán”. “Soñar con un lugar desierto”, “donde poder descansar”, “qué lindo
es soñar despierto”, “y luego poder despertar”.
Ay qué tío
“Ay qué tio”, “ay qué tío”, “que puyazo le
ha metido”. “Los viajes de
Si me dejas entrar
“Si a tu casa me dejas entrar”, “cuantas
cosas te voy a contar”. “La mujer del panadero”, “quiere pedir el divorcio”,
“porque dice que el marido”, “no sirve para el negocio”. “Si a tu casa me dejas
entrar”, “cuantas cosas te voy a contar”. “Si me caso y tengo suegra”, “ha de
ser con condición”, “que si al año no se muere”, “la tiro por el balcón”. “Si a
tu casa me dejas entrar”, “muchas cosas te voy a contar”. “Al matrimonio y al
baño”, “hay que entrarle de repente”, “porque puedes tener frío”, “y entonces
te arrepientes”. “Si a tu casa me dejas entrar”, “muchas cosas te voy a
contar”.
Que se te ve
“Yo te conocí”, “sentada en un café”, “y
cuando te vi”, “de ti me enamoré”. “Más al mirar tus piernas”, “en algo me
fijé”. “Uy lo que te vi”, “cantando lo diré”. “El dedo gordo del pie”, “por la
punta del zapato”, “feo y chato se te ve”. “Que se te ve”, “que se te ve”. “¿El
qué?” “El dedo gordo del pie”.
Hay que ver
“Hay que ver”, “hay que ver”, “hay que
ver”, “lo que inventan las mujeres”, “para lo para lo para lo”, “para lograr
sus quereres”. “La romántica suspira”, “noche y día sin cesar”, “porque el
príncipe que espera”, “está a punto de llegar”. “Y por fin una mañana”, “la
despierta un son guerrero”, “y este son resultó ser”, “el pito del basurero”.
“Hay que ver, hay que ver, hay que ver”, “lo que inventan las mujeres”, “para
lo para lo para lo”, “para lograr sus quereres”.
Te digo adiós
“Cuando yo te digo adiós en la ventana”,
“pienso en mañana y así es mejor”. “Es mejor pasar la vida alegremente”, “que
tristemente en ti pensar”. “La vida pasa que es un primor”, “y sobre todo pasa
el amor amor”. “Al llegar a tu nuevo lugar”, “me tienes que escribir”, “si te
gusta mucho la ciudad”, “en donde vas a vivir”, “y si desde tu ventana ves el
mar”, “cuéntame tus cosas”, “relátame de todo”, “pero del amor ni hablar”.
“Cuando yo te digo adiós en la ventana”, “pienso en mañana y así es mejor”.
Soldado de levita
“Soy soldado de levita”, “de esos de
caballería”, “de esos de caballería”, “soy soldado de levita”. “Me incorporé a
las filas por una mujer bonita”, “por una mujer bonita que era mi alegría”. “Al
pie de una planta rosa”, “a una viuda enamoré”, “a una viuda enamoré”, “al pie
de una planta rosa”, “y me dijo la graciosa”, “no puedo mover un pie”, “pero si
es para otra cosa”, “aunque sea cojeando iré”.
Palma brava
“Atambao”, “atambao”. “Alegre el negro
palmotea”, “desde su rústica atalaya”, “mientras el buque cabecea”, “poniendo
proa hacia la playa”. “No sabe el negro que taimado”, “el blanco acecha desde
el puente”, “y que el estigma del esclavo”, “palpita ya sobre su frente”.
“Espera del blanco”, “amor y ternura”, “ignora que trae”, “dolor y amargura”.
“Atambao”, “atambao”, “atambao magnusala”.
Se va a Covadonga
“Se va a Covadonga”, “ay el enemigo”, “se
va a Covadonga”, “yo no tengo miedo”, “se va a Covadonga”, “yo soy muy
valiente”, “se va a Covadonga”, “yo estoy disparando”, “se va a Covadonga”,
“pin pan racapún catapán”, “se va a Covadonga”, “sigo disparando”, “se va a
Covadonga”. “Ay que me han tocao”, “se va a Covadonga”, “ay yo huelo a sangre”,
“se va a Covadonga”, “ay que me cagao”, “se va Covadonga”.
Recordemos finalmente fragmentos incompletos
de otras canciones que también se oyeron frecuentemente.
“Oh oh señor Colón”, “oh oh señor Colón”.
“El señor Colón es un zapatero”, “que arreglando los pies”, “gana mucho
dinero”. “En cambio
“Pájaro carpintero”, “enséñame a volar”, “y
llévame contigo”, “donde mi amor está”. “Un pájaro y una pájara”, “tuvieron
cuatro pajaritos”, “pero más les hubiese valido”, “comerse un par de huevos
fritos”. “Pájaro carpintero”, “enséñame a volar”, “y llévame contigo”, “donde
mi amor está”
“Madre yo quiero”, “yo quiero”, “quiero una
chaqueta blanca”, “con los bolsillos de seda”, “y los botones de nácar”. “No me
importa que ella sea”, “de buen lino o de lana”, “madre yo quiero”, “yo
quiero”, “quiero una chaqueta blanca”.
“Si alguna mujer nos quiere”, “la
despreciamos”, “pero si otra no nos quiere”, “a esa la adoramos”. “Ay qué
caray”, “qué poco pido”, “una casa en el campo”, “cielito lindo”, “y un
topolino”. “Ay qué caray”.
“La casa está triste”, “murió mi vecina”,
“dejando apenado a su pobre hogar”, “a mi buen amigo”, “y a su linda nena”,
“que juntos llorando su falta están”. “Papito querido tengo mucho sueño”,
“mirad cuantas velas”, “pusieron los hombres”, “que hay allá arriba”, “yo
quiero mirar”, “es mi mamita”, “papito querido”, “decidle que venga”, “conmigo
a jugar”.
“Pero una noche de Reyes”, “cuando a mi
hogar regresaba”, “comprobé que me engañaba”, “con mi amigo más fiel”. “Preso
de ira y coraje”, “para vengar tal ultraje”, “allí mismo los maté”. “Qué cuadro
compañero”, “no quiero recordarlo”, “con los zapatos del hijo”, “el cariño de
su padre”, “espera un regalito”, “no sabe que a su madre”, “por mala y
traicionera”, “su padre la mató”.
“Yo tengo una novia”, “que se llama
Carolina”, “Carolina, Carolina,” “Carolina de mi corazón”. “Cuando yo le digo
adiós”, “con gran simpatía”, “con mucha pasión”, “ella llorando está”, “en
nuestra despedida”, “Carolina de mi corazón”.
“Qué lindo es estar enamorado”, “todo
parece más bonito”, “teniendo el corazón prendado”, “vivir tan solamente”,
“para mi amorcito”. “Las flores me parecen más bonitas”, “que adornan muy
alegres mi ventana”. “Si hasta el sol”, “qué caray”, “brilla más”, “qué caray”,
“cuando voy de paseo”, “por la ciudad”.
Con el título en español de “no cambies
caballos” hubo una canción cantada en inglés, con ritmo de fox-trot y con una
orquesta de instrumentos de viento. Su máxima difusión fue en los años 40 y
estaba tan de moda que incluso era una de las más sonadas en las barracas
durante las fiestas de San Mateo.
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