Ya empieza tu sonrisa, como el son de la lluvia en los cristales. La tarde vibra al fondo de frescura, y brota de la tierra un olor suave, un olor parecido a tu sonrisa, y a mover tu sonrisa como un sauce con el aura de abril; la lluvia roza vagamente el paisaje, y hacia adentro se pierde tu sonrisa, y hacia dentro se borra y se deshace, y hacia el alma me lleva, desde el alma me trae, atónito, a tu lado. Ya tu sonrisa entre mis labios arde, y oliendo en ella estoy a tierra limpia, y a luz, y a la frescura de la tarde donde brilla de nuevo el sol, y el iris, movido levemente por el aire, es como tu sonrisa que se acaba dejando su hermosura entre los árboles…
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