Se trata de una veintena de poemas de temática amatoria, en su mayoría. Apareció en varias cajas durante una revisión de los archivos del Nobel chileno por parte de la Fundación Pablo Neruda
Más de veinte poemas inéditos, con unos mil versos, del poeta chilenoPablo Neruda han sido hallados en unas cajas que contenían manuscritos suyos.El hallazgo se ha producido durante una revisión de los archivos del Nobel por parte de la Fundación Pablo Neruda en Chile. El anuncio lo ha hecho la editorial Seix Barral, que los publicará a finales de 2014 en Latinoamérica y principios de 2015 en España. Se trata del hallazgo nerudiano más importante.
La mayoría de los poemas son de temática amatoria. Un asomo en este universo nerudiano inédito dice:
"Reposa tu pura cadera y el arco de flechas mojadas
extiende en la noche los pétalos que forman tu forma
que suban tus piernas de arcilla el silencio y su clara escalera/peldaño a peldaño volando conmigo en el sueño
yo siento que asciendes entonces al árbol sombrío que canta en la sombra
Oscura es la noche del mundo sin ti amada mía,
y apenas diviso el origen, apenas comprendo el idioma,
con dificultades descifro las hojas de los eucaliptos".
extiende en la noche los pétalos que forman tu forma
que suban tus piernas de arcilla el silencio y su clara escalera/peldaño a peldaño volando conmigo en el sueño
yo siento que asciendes entonces al árbol sombrío que canta en la sombra
Oscura es la noche del mundo sin ti amada mía,
y apenas diviso el origen, apenas comprendo el idioma,
con dificultades descifro las hojas de los eucaliptos".
Se trata de un poemas sin título que ha avanzado la editorial, correspondiente a 1964, año en que publica Memorial de Isla Negra, la gran recapitulación poética autobiográfica de Pablo Neruda al cumplir sesenta años.
En los poemas se ve el poderío imaginativo, la desbordante plenitud expresiva y el mismo don, el apasionamiento erótico o amatorio
El botín poético desvela a un Neruda ya maduro, pues los poemas fueron escritos en los años 50 y 60 del siglo pasado. Su extensión es parecida a la de Veinte poemas de amor y una canción desesperada, pero en ellos se nota el paso del tiempo y de obras como Canto General (1950), asegura Pere Gimferrer, poeta y editor en Seix Barral, que ha quedado sorprendido con esta nueva obra que llearía por título Poermas inéditos, Pablo Neruda. Gimferrer que ha leído los poemas se refiere a ellos asÍ: "El poderío imaginativo, la desbordante plenitud expresiva y el mismo don, el apasionamiento erótico o amatorio que para la invectiva, la sátira o el mínimo detalle cotidiano convertido en poema. Es decir, por igual el Neruda de Odas elementales y el Neruda de La Barcalora, el deMemorial de Isla Negra e incluso el de Estravagario”.
Estos nuevos versos dan más luces sobre el mundo de Neruda. "No son poemas cualquiera", afirma Gimferrer. Una noticia que adquiere más relevancia al tratarse, agrega el autor catalán, de uno de los poetas más importantes de la poesía occidental: "Uno de los que más lejos ha ido en seguir el camino que abrió Rimbaud en el XIX, al ir a cosas lógicas del lenguaje y acudir a fonética y campos semánticos".
En esta revisión hecha por la Fundación Pablo Neruda, bajo la coordinación de Darío Oses, director de la Biblioteca de la Fundación, se comprobó, según la editorial, que algunos poemas manuscritos de extraordinaria calidad no se habían incluido en las obras publicadas correspondientes a cada caja.
Se trata del más importante hallazgo sobre Neruda (1904-1973) que coincidirá con el 110º aniversario de su nacimiento este 12 de julio y noventa años de la publicación de Veinte poemas de amor y una canción desesperada. Según la editorial Seix Barral, la certificación de la autoría de esta veintena de poemas "los convierte en el mayor hallazgo de las letras hispanas en los últimos años, un acontecimiento literario de importancia universal".
Previamente, solo habían aparecido dos trabajos inéditos de Neruda: El río invisible (Seix Barral, 1980), que incluía poesía y prosa de juventud, y sus poemas de adolescencia, Cuadernos de Temuco (Seix Barral, 1996).
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