Escudo de España



“España no es un mito”, tal y como dijo Gustavo Bueno en su libro, aportando las claves para la defensa razonada de lo que muchos se han negado a aceptar, la existencia de España como una Nación, y no, como algunos se afanan en llamar un mito, entendido éste tal y como lo describe la RAE:

“Ente al que se le atribuyen cualidades o excelencias que no tiene, o bien una realidad de la que carece.”

Los libros de texto de la educación primaria coinciden en la afirmación de que los inicios de España tuvieron lugar en 1492 cuando los Reyes Católicos lograron al fin reconquistar toda la península. Sin embargo, en 1492 no existía una nación española como tal, sino que era un conjunto de reinos que formaban lo que hoy llamamos España. No obstante, si se puede decir que ya en aquel entonces se estaban sentando las bases de lo que hoy algunos llamamos España.

Ante la pregunta ¿Desde Cuándo existe España? Cabe hacer varias consideraciones al respecto. Es evidente que en función de los supuestos y premisas que apliquemos obtendremos diferentes resultados pero en todos los casos nos encontraremos con que España es uno de los países con más historia y arraigo del mundo.

Si nos remontamos al origen histórico del cual surge el concepto de España como embrión de nación los libros escolares estarían equivocados pues el núcleo originario de España se conforma en Asturias con los Reyes de Asturias. Fue entonces cuando la España embrionaria y visigoda comenzó a sentar las bases de lo que se conoce como la nación española, nombre que por otro lado proviene de los romanos.


Aquella Hispania que fue transformada por la invasión musulmana sólo podía ser reconstruida a partir de una entidad cultural y religiosa diferente a la que en los s. VIII y IX subsistía en la península. Esta entidad fue el cristianismo y la religión católica. De ahí que cuando los Reyes Católicos conquistaron Granada se llevase a cabo la cristianización total de los habitantes de la península, ya que tanto los musulmanes como los judíos fueron expulsados u obligados a convertirse al cristianismo.

El origen de la reconquista tuvo lugar en la Cordillera Cantábrica y gracias a la ambición expansionista de aquellos reyes visigodos hoy vivimos en España y no en Al-Andalus. Lo cierto es que esa ambición expansionista se repetiría en los siglos XV y XVI, y de hecho, esa ambición expansionista es la que celebramos el día 12 de octubre, Fiesta Nacional de España y Aniversario del Descubrimiento de América.

Pero el origen de España como Estado-nación es más tardío. Esta terminología se empezó a usar tras el tratado de Westfalia en 1648 y fue allí donde se empezaron a establecer las primeras delimitaciones básicas propias del término. Es decir, un territorio delimitado, una población más o menos fija aunque móvil, un ejército y un cuerpo diplomático. Mediante este tratado se acabo con el antiguo orden feudal y se reconoció por primera vez la existencia de unas poblaciones y unos territorios que convivían bajo el mandato de un mismo Gobierno.

El siguiente gran avance y que para mí supone la base definitiva sobre la que se sustenta la existencia innegable de España como nación es el acto de Constitución fallida de 1812. Constitución que fue comenzada en 1810 y que por lo tanto este año celebramos su segundo centenario.

De aquella España oprimida por el yugo napoleónico ya solo nos queda y en forma reminiscente el aborrecimiento hacia lo francés. Sin embargo, fue durante ése periodo cuando el arraigo y las raíces comunes de todos los españoles se unieron en lo que se conoce como la Guerra de la Independencia. Una guerra que se puede resumir en la respuesta bélica de una nación unida por sus tradiciones y su cultura, es decir, España. Contra una nación opresora y expansionista que ni con el panfletismo revolucionario consiguió convencer a los castizos españoles de cuáles eran sus raíces y sus orígenes.

En aquella Constitución liberal es donde por primera vez en su artículo 1 se recoge una definición de la “Nación española” como “la reunión de todos los españoles de todos los hemisferios”. Simple pero certero. Más tarde encontraremos más textos donde el término vendrá descrito en semejantes términos. Así, por ejemplo, lo encontramos descrito en todas las Constituciones que hemos tenido hasta nuestros días (1837,1845, 1869, 1876, 1931, 1978).

La grandeza que para mí reside en el texto constitucional de 1812 es la de que por primera vez se acredita a España como Nación política. Pero todo está en preguntarse ¿Qué es una Nación? ¿Qué es España? ¿Acaso no es España una Nación? –

Copia original manuscrita de la Constitución del 1812.

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