INDICE
Introducción página 1
Historia de
las hipótesis página 3
Deriva
continental página 4
La deriva de
los continentes página 11
Las pistas de
la deriva página 12
La tectónica
de placas página 18
Pruebas de la
tectónica página 19
Relaciones
entre placas página 20
El motor de
las placas página 21
La dorsal
oceánica página 23
Las fosas
oceánicas página 24
Glosario página 25
Bibliografía página 26
INTRODUCCIÓN
Desde
el punto de vista físico, todos los continentes presentan una distribución
irregular en el globo terrestre, encontrándose la mayor parte de las tierras en
el hemisferio norte.
Cuando
contemplamos una montaña, nos paseamos por una gran llanura o admiramos la
inmensidad del océano, nos da la impresión de que estos paisajes no van a
cambiar nunca. Y, salvo las construcciones o destrucciones del hombre, no
cambiarán durante nuestra vida. Por eso la Tierra es muy antigua, muy antigua.
Ha cambiado de forma profunda, muy profunda, aunque imperceptiblemente para
nosotros, está sujeta a cambios todavía.
A
comienzos de siglo, un científico llegó a lanzar una idea asombroso: para él,
muchos enigmas eran muy fáciles de resolver si se admitía que los continentes
se movían, se desplazaban. Este autor era Alfred Wegener.
En el
mundo de las ciencias, a Alfred Wegener no lo tomaron en serio. Pero gracias a
él, y con otros que han seguido su trabajo de investigación, se ha llegado a
conocer sí, ``se mueven o no nuestros viejos continentes´´.
La
deriva continental tuvo un amplio efecto en la distribución y aislamiento de
las especies. Los cambios en la configuración continental afectaron enormemente
a las temperaturas medias globales, las corrientes oceánicas y otros factores
de gran importancia para el desarrollo de la vida en la Tierra. La posición de
los continentes ha influido en el clima.
Cuando gran parte de la superficie terrestre se agrupó en las regiones ecuatoriales
donde el clima era cálido, pero cuando las tierras vagaron hacia las regiones
polares, el mundo se cubrió de hielo. Al desaparecer de la tierra los trópicos
y ser sustituidos por los océanos se produjo un enfriamiento neto, ya que en
los trópicos se absorbe más calor del Sol que en los océanos. Cuando la
Antártida se desplazó hacia el Polo Sur
y el Océano Ártico fue rodeado por tierra firme, las corrientes oceánicas
cálidas no pudieron llegar hasta los polos. Este bloqueo provocó la formación
de hielo en ambos polos. Desde entonces, las glaciaciones han aparecido y
desaparecido regularmente casi con la precisión de un reloj.
El
cambio en las formas de las cuencas oceánicas es el resultado del movimiento de
los continentes que afectó a las corrientes oceánicas, al ancho de los márgenes
continentales y, por último a la abundancia de hábitats marinos.
El
resultado de los grandes movimientos continentales produce también una mayor actividad
volcánica (especialmente en las dorsales oceánicas). La cantidad de fenómenos
de origen volcánico podría haber afectado a la composición de la atmósfera y de
los océanos, y también a la velocidad de la formación de montañas, al clima, e
inevitablemente, a la vida misma.
La
actual distribución de los continentes puede verse alterada por diversos
fenómenos físicos, como las eras glaciales, las cuales pueden provocar la unión
o separación de los continentes al hacer variar el nivel del mar. De la misma
forma, este hecho puede provocar que zonas no habitadas por el hombre lleguen a
serlo.
HISTORIA DE LAS HIPÓTESIS SOBRE EL MOVIMIENTO DE LOS
CONTIENENTES
En el siglo XVII, Placet interpretó que las
líneas de costa de los contienetes se encajaban, prueba de que los continentes
estuvieron unidos algún día, siendo supuestamente separados por el Diluvio
Universal. En 1858, Snider-Pellegrini confeccionó un mapa en el que representó
los continentes norteamericano y europeo unicos, sugiriendo que el único
continente reconstruido representaba una gran similitud entre las plantas
fósiles en yacimientos de carbono tanto de Europa como Norteamérica.
La
hipótesis de la deriva continental de Wegener fue muy criticada por diversos
autores, como Jeffreys, que creía que las rocas que se encontraban por debajo
de los continentes eran demasiado viscosas para permitir un desplazamiento.
En las
décadas de los años 60-70, en el que la tecnología permitió realizar estudios
en el interior de la Tierra, dando como resultado la teoría de la tectónica de
placas que reafirmaba la presencia de rocas rígidas en la superficie de la
Tierra, dispuestas a modo de casquetes en un centenar de Km de espesor que
flotaban y se desplazaban por encima de una rocas poco viscosas, en estado semi
fundido.
Actualmente,
los procesos internos de la Tierra sólo se conciben desde el punto de vista de
la movilidad continental, abandonando la concepción de una Tierra internamente
estática.
DERIVA
CONTINENTAL
En el
siglo XX, se iniciaron los estudios sobre la estructura interna de la Tierra, a
la vez que A.L. Wegener fórmulo su controvertida hipótesis de la ``Deriva
Continental´´.
Esta
teoría fue enunciada en 1915, por A.L.Wegener; esta enuncia la presencia de un
desplazamiento de los continentes a lo largo de la historia geológica. Wegener,
fue el primero que presentó una demostración de la deriva contienental. Este
reconstruyó un supercontinente denominado Pangea, que constituía un bloque
compacto hace 300 millones de años; durante el carbonífero. Wegener concibió
que las Américas estuvieron unidad a África y Europa, mientras que los continentes
de la Antártida y Australia, junto con los subcontinentes de la India
peninsular y Madagascar, estaban agrupados juntos alrededor de la África
Austral.
Algunos
cartógrafos debieron preguntarse por qué las costas atlánticas de América del
Sur y África parecían acoplarse como las piezas de un rompecabezas.
Esto
lo averiguaron ya que en América del Sur se han encontrado los huesos fósiles,
de más de medio metro de longitud, de un reptil del Triásico llamado Lystrosaurus. Restos de este animal
también han aparecido en la Antártida, la India y China.
La
existencia en lugares tan dispares, ampliamente separados por el océano, de una
misma especie se consideró como una prueba irrefutable de la existencia del
continente Hondwana, ya que era bastante improbable que un animal asi pudiera
nadar distancias tan grandes.
El Glossopterys, helecho del Paleozoico
Tardío, se encontró en todas partes del Hemisferio Sur, pero no aparecía en el
Hemisferio Norte, lo que sugiere que en algún momento el mar se separó en dos
grandes masas continentales. Los científicos llamaron a este el Mar de Tethys.
Continentes actualmente separados por miles de kilómetros de agua presentan
provincias geológicas similares, con los mismos tipos de rocas dispuestos en la
misma sucesión.
Alfred
Wegener, para demostrar su teoría de la deriva continental que estaba basada en
los movimientos de la corteza, establecío que; hace unos 200 millones de años
toda lamasa contienental estaba consolidada en un supercontinente al que llamó
Pangea, que significa ``todas las tierras´´, y todos los océanos estaban unidos
en un única masa de agua a la que llamó Panthalassa que significa ``mar
universal´´.
Wegener
apoyó su teoría con una impresionante colección de evidencias, incluyendo la
correspondencia geométrica de los márgenes continentales, en la que encajaban
las cadenas montañosas de los continentes opuestos.
La
correspondencia de las sucesiones de rocas, la similitud de las antiguas
condiciones climáticas, y los fósiles de especies idénticas. Los movimientos de
la corteza también proporcionaron un método más evolucionado para explicar la
formación de montañas. Pero Wegener, erróneamente, pensó que las montañas se
formaron cuando el borde más extremo de los continentes se plegó a medida que
las masas continentales se abrían paso con dificultad a través de la corteza
oceánica.
La
incapacidad de Wegener para proporcionar un adecuado mecanismo que explicase el
movimiento de los continentes fue suficiente para que la mayoría de los
científicos de su época rechazaran sus teorías.
Cada
vez es más indiscutible que la tectónica de placas y la deriva continental han
estado funcionando desde el inicio de la historia de la Tierra y que han
desempeñado un destacado papel en la historia de la vida. Los cambios en la
configuración relativa de los continentes y de los océanos tienen, una gran
influencia en el medio ambiente, en los modelos climáticos y en la composición
y distribución de la vida en la biosfera. Los continuos cambios en la ecología
del mundo tuvieron profundos efectos en el curso de la evolución y, por tanto,
en la diversidad de los organismos vivos.
El
proceso más importante por el que funciona la evolución es la ``selección
natural´´, que es en esencia un proceso basado en la relación entre los
organismos y su medio ambiente. Ciertos rasgos heredados permiten a las
especies llegar a estar particularmente bien preparadas para sobrevivir y
reproducirse en el medio ambiente que les rodea. Cuando se produce una
alteración medioambiental, las especies que adquieren los rasgos favorables
mediante mutaciones se adaptan más fácilmente que otras especies y tienen más
probabilidades de sobrevivir y transmitir sus características de supervivencia
a su prole. Ya que hay un gran número de medioambientes diferentes, el
resultado es una amplia variedad de especies. Por tanto, las tendencias
evolutivas varían a través de los tiempos geológicos en respuesta a los grandes
cambios medioambientales, ya que la selección natural actúa adaptando los
organismos a las nuevas condiciones, forzándolos en función de un número de
factores medioambientales producidos, entre otras razones, por la deriva
continental.
Cuando
la Pangea se unió en un gran continente hace unos 230 millones de años, nuestro
planeta tenía una gran diversidad de vida animal y vegetal en la tierra y en el
mar. Las grandes masas continentales cercanas a los trópicos permitieron que
una mayor cantidad de calor del Sol fuera absorbido por la Tierra, lo que
contribuyó a un aumento global de la temperatura. Los océanos que se
encontraban a mayores latitudes reflejaban menos luz solar que la tierra y
absorbían más calor, lo que ayudaba a moderar el clima.
Como no existían masas continentales en las regiones
polares que interfiriesen con las calidad corrientes oceánicas, los dos polos
permanecían libre de hielo durante todo el año y las temperaturas no variaban
mucho entre las altas latitudes y los trópicos.
Cuando
se separó la Pangea, el clima en la Tierra, sobre todo en el período Cretácico,
fue extremadamente cálido. Cuando los continentes derivaron hacia los polos, a
finales del Cretácico, interrumpieron el transporte de calor oceánico hacia los
polos introduciendo tierra, que tiene más poder de reflexión y es más fácil de
calentar, en sustitución del agua, con una mayor capacidad para absorber y
mantener el calor. A medida que el enfriamiento progresaba, la tierra acumuló
más hielo y nieve, lo que dio lugar a una superficie más reflectante, aunque
bajó las temperaturas aún más.
La inmensa
mayoría de las especies marinas vive en las plataformas continentales, o en
aguas poco profundas de ciertas islas, y en elevaciones submarinas de menos de
200 metros de profundidad. Las faunas más ricas de aguas poco profundas se
encuentran en los trópicos, que están poblados de un gran número de especies
altamente especializadas. A medida que la latitud aumenta, la diversidad
disminuye, hasta que en las regiones polares se encuentra menos del 1/10 del
número de especies que hay en los trópicos.
La
diversidad depende principalmente de las fuentes de alimento. Ya que las
estaciones son más pronunciadas en las latitudes altas, existen mayores
fluctuaciones en la producción de alimento.
La diversidad se ve afectada tanto por los cambios estacionales como por
las variaciones en las corrientes ascendentes y de superficie, que afectan a
las fuentes de alimento, lo que produce enormes fluctuaciones en el
crecimiento. Por tanto, los lugares con mayor diversidad de especies son las
costas de pequeñas islas o pequeños continentes inmersos en grandes océanos,
donde las fluctuaciones en las fuentes de alimento están menos afectadas por
los efectos estacionales de las masas continentales, de la extensión de los
mares interiores y de la presencia de las montañas costeras, todos estos
factores controlados por los movimientos
continentales.
Cuando
todos los continentes se unieron en la Pangea al principio del Triásico, un
continuo margen continental de aguas poco profundas discurría a su alrededor
sin mayor barrera física para la dispersión de la vida marina. Los mares
estaban entonces confinados en las cuencas oceánicas y no se extendían
significativamente sobre las plataformas continentales. En consecuencia, los
hábitats para los organismos marinos de aguas poco profundas eran muy
limitados, existiendo, por tanto, poca diversidad de especies. Como resultado,
los biotopos marinos del Triásico estaban más extendidos, aunque comprendían,
comparativamente, un menor número de especies.
Unas
circunstancias similares pudieron haberse dado a finales del Precámbrico,
cuando, al parecer, existió otro supe continente. Durante el Cámbrico, este supe
continente se separó en cuatro continentes distintos, lo que probablemente tuvo
un mayor efecto en la explosión de especies durante este tiempo. Cuando la
Pangea se separó y los continentes resultantes migraron hacia sus posiciones
actuales, la diversidad de nuevo se incrementó hasta situaciones sin
precedentes, proporcionando una rica variedad de especies.
Debido
a que la deriva continental tuvo, y continúa teniendo, una gran influencia en
la evolución de la vida sobre la Tierra, se plantea la pregunta de cómo
afectará a la vida la futura configuración de los continentes.
La
cuenca del Atlántico continuará extendiéndose a expensas de la del Pacífico,
mientras América del Norte y América del Sur se dirigirán hacia el Oeste. El
istmo de Panamás, que conecta las dos Américas, se hundirá fuera de nuestra
vista a medida que los dos continentes tiendan a separarse, liberando un pasillo
para que las corrientes y la vida
marina del Atlántico fluya hacia el Pacífico; África y Eurasia continuarán
presionando una contra la otra y el Mar Mediterráneo, atrapado en medio, se
secará; al mismo tiempo se elevarán nuevas cadenas montañosas a cada lado. El
subcontinente de Arabia se separará del este de África, tal y como antes lo
hiciera Madagascar, chocando contra la India. Australia continuará dirigiéndose
hacia el sudeste asiático. En un momento
dado, los continentes serán los protagonistas de otra gran colisión
continental, que formará un nuevo supercontinente llamado Neo pangea. Como
antes, la diversidad de las especies sufrirá hasta el momento en que el super continente
se vuelva a separar. Entonces se producirá otra explosión de especies, pero los
nuevos seres vivos tendrán poco que ver con los actuales.
La deriva de los continentes
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Edad
(en millones Gondwana Laurasia
de
años)
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Cuaternario 3 Se
abre el Golfo de California
Plioceno 11 Se
empiezan a separar las Islas
Galápagos Cambia
la dirección de separación en
el este del Pacífico
Se
abre el Golfo de Aden
Aparición
de Islandia
Mioceno 25
Se
abre el Mar Rojo
Oligoceno 40
Colisión
de la India con Eurasia Se
empieza a separar la cuerca ártica
Eoceno 60 Separación
de Groenlandia de Separación
de Australia Noruega
Paleoceno 65 de
la Antártida
Se
abre el Mar del Labrador
Separación
de Nueva
Zelanda
de la Antártida Se
abre el Golfo de Vizcaya
Separación
de África de Madagascar
y
América del Sur América
del Norte se separa de
Eurasia
Cretácico 135
Separación
de África de India, Australia,
Jurásico 180 Nueza
Zelanda y la Antártida
Empieza
la separación de América del
Norte de África
Triásico 230
Pérmico 280
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LAS PISTAS DE LA DERIVA CONTINENTAL POR
A. WEGENER
La larga marcha del caracol de jardín
Desde
hacía tiempo, los paleontólogos habían observado que los fósiles del meso
saurio (un reptil del carbonífero), no se encuentran más que en Brasil y
en África del Sur; en ninguna otra
parte. ¿Cómo cruzó un océano de miles de kilómetros de ancho un animal así?.
También aparece el Glosópteris, un
helecho cuyos fósiles se encuentran en Australia, en la India, en África del
Sur e incluso en la Antártida. Pero lo más curioso es que nuestro caracol de
jardín, no vive más que en Europa y
justo en frente, en América del Norte. ¿Qué medios ha utilizado para cruzar el
Atlántico?
Todos estos fenómenos curiosos, todas
estas preguntas las respondio Wegener con el apoyo de su hipótesis. Basta con
acercar todos los continentes como lo estaban en la Pangea, e inmediatamente
los problemas quedan resueltos: estos animales y plantas, hoy dispersados, se
encuentran juntos de repente.
Cadenas y cratones
En los
continentes existen bloques de rocas muy antiguos. Los geólogos llaman hoy a
estos bloques ``cratones´´; Wegener hablaba de ellos como ``viejos granitos´´.
Y
observo que si encontramos un ``viejo granito´´ en un lugar de la costa
africana, basta con cruzar el océano y llegar a América para descubrir que
también allí existe.
En la
actualidad el océano separa estos granitos, pero hace mucho tiempo estaban
juntos y formaban un solo bloque.
En
Europa hay una cadena de montañas, la cadena caledoniana. Pues bien, en América
del Norte existe otra cadena similar, y, por lo menos de la misma edad que, es
la cadena de los Apalaches. Si se acercan Europa y América se comprobará; que
estas montañas estaban formando en otro tiempo una única cadena, que se rompió
por la apertura del Oceáno Atlántico.
Del ecuador a los polos
Otra
pista son los diferentes paisajes de la Tierra. Unos, se parecen; otros, nada
en absoluto. Si partimos de un viaje imaginario que nos llevará desde el
ecuador a cualquiera de los polos.
Nuestro viaje empieza en
las grandes selvas de la zona ecuatorial. Allí el suelo desaparece bajo un
montón de troncos, ramas y hojas que se están pudriendo. Al levantar la cabeza
apenas distinguimos el cielo, tan espeso es el follaje de los inmensos árboles
que nos dominan. El ambiente es tan cálido y tan húmedo que la camisa se nos
pega al cuerpo.
Luego, si salimos de la
selva; los árboles son escasos y la hierba de la pradera empieza a recubrir
amplios territorios. Seguimos avanzando, ahora nos encontramos en el desierto.
La vegetación casi ha desaparecido. El suelo desnudo, las dunas de arena o los
montones de piedra se extienden hasta perderse de vista. El calor es tórrido y
el aire excesivamente seco. Nos encontramos en la zona tropical.
Después
penetramos en una región donde vuelve a haber hierba e incluso grandes bosques.
Pero los árboles son menos altos, menos tupidos que en el ecuador. Esta región,
es la llamada zona templada.
Aquí llueve con
regularidad y la temperatura media es claramente más baja que en las zonas
tropical y ecuatorial.
Ahora
entramos en una región en la que los hielos y la nieve lo cubren todo, es la
región polar.
Los
cuatro tipos de paisaje, forman otras tantas zonas, paralelas al ecuador,
que rodean nuestro planeta. Cada zona
tiene su propio clima, que influye en su paisaje: cálido y húmedo, la selva
ecuatorial; cálido y seco, los desiertos tropicales; medianamente cálido y
húmedo, las zonas templadas; glacial y nevoso, los casquetes polares. De una
zona a otra hay climas y paisajes de transición.
Retrocediendo millones de años
Wegener
trata de reconstruir los climas que había en la Tierra en el período
carbonífero. Pero el planeta parece haber estado completamente loco en este período.
Allí donde en la actualidad el inlandsis extiende sus hielos, se ven las
huellas de desiertos ardientes. Por el contrario, donde hoy reinan las actuales
selvas tropicales, el suelo conserva las marcas de gigantescos glaciares.
Esto
significa que los polos y el ecuador no estaban en el mismo sitio en que se
encuentran actualmente. Entonces se dibuja un mapa de la tierra en el que se
modifica el ecuador y lo ponen en el lugar donde han observado rastros de
antiguas selvas ecuatoriales.
Pero
el resultado no les satisface. La solución de este problema es, evidentemente,
la Pangea. Los continentes son como las piezas de un rompecabezas y allí es
donde se encuentra la explicación. Las huellas dispersas de los glaciares se
reúnen para formar un casquete glaciar alrededor del polo sur, las grandes
selvas permanecen alineadas a lo largo del
ecuador, y los desiertos encima de los trópicos.
Calor y frío
Todos
sabemos que nuestro planeta, en otros tiempos muy cálido, se enfría lentamente
desde hace millones de años. A causa de este enfriamiento la Tierra se
encoge, se contrae y se arruga (como una
manzana). Ése es el origen de nuestros continentes, de nuestros océanos y de
nuestras montañas. La Tierra se ha achicado lentamente hasta perder su calor.
Si la
Tierra fuera de verdad como una manzana arrugada, deberíamos encontrar esas
arrugas en todos los lugares, exactamente como
ocurre en una manzana. ¿Cómo explicar entonces que existan grandes
cadenas de montañas en ciertos sitios y
en otros, en cambio, inmensas llanuras?. Ninguna manzana del mundo se ha
arrugado jamás de esa manera.
Un
ejemplo de esto, es el Himalaya. La teoría de Wegener de la deriva de los
continentes explica el nacimiento de este gigantesco macizo como el simple
resultado de una colisión. La India, en otro tiempo unida a la Antártida, a África
y a Australia, se separó. Subió hacia el norte y acabó por chocar contra el
continente asiático, al que levantó y arrugó.
Una
objeción a la hipótesis del enfriamiento de nuestro planeta, es que la Tierra
no se enfría en absoluto; recientes trabajos han demostrado que en el interior
del globo hay radio y cuerpos radiactivos suficientes como para conservar su
temperatura, a pesar del calor que pierde en le espacio.
Aunque
sea verdad, esto también se podría
explicar a través de ``los puentes continentales´´; que son unas bandas de
tierra que unían los continentes actuales. Por una u otra razón, estos trozos
de continentes se hundieron en el océano y se rompió la conexión.
Aunque
este hundimiento de un continente es absolutamente contrario al principio de la
isostasia: los continentes flotan; por lo tanto, no pueden hundirse. Un ejemplo
de esto sería: ESCANDINAVIA
Como
resultado final, la teoría de Wegener, se logró demostrar, al igual que la
Pangea que se hizo trozos, y que los continentes van erráticos.
TECTÓNICA DE PLACAS
Aunque
la hipótesis de la deriva de los continentes se asocia a la figura de Alfred
Wegener, no fue este el primero en sugerir la idea del desplazamiento continental.
El
primer autor fue Francis Bacón en 1920 donde sugería la idea del alejamiento de
América del Sur y África, haciendo referencia a la similitud de la costa
atlántica de ambos continentes. De la mima forma Francois Placet en 1666
publicaba un folleto en el que escribía como antes del Diluvio las tierras no
debían estar divididas; este autor adjudicaba al hundimiento de la Atlántida,
el origen de estos desequilibrios, lo que también pensaba otros naturalistas
como el Conde de Buffón.
A
principios del siglo XIX, el científico alemán Alejandro Humboldt se asombraba
ante la cantidad de similitudes entre las costas de África y América, y pensó
que el Atlántico no era más que un valle inundado por el mar.
En
1858 Antonio Snider-Pellegrini publica un libro en el que expone por primera
vez el hecho de la ruptura y el alejamiento de los continentes.
En
1910 F.B. Taylor publicó un extenso trabajo donde proponía una hipótesis
elaborada y coherente sobre lo que hoy denominamos deriva continental. Este
autor suponía la formación de grandes grietas después de la contracción
producida por el enfriamiento de la Tierra, aunque esto no explicaba de forma
satisfactoria la distribución ni la juventud de las cadenas montañosas. Taysor
pensaba en un desplazamiento de la corteza terrestre desde el Norte hacia la
periferia de Asia. Apuntaba un
desplazamiento entre el continente australiano y la India, consideraba también
a Groenlandia como un resto de un antiguo bloque que unía Canadá con Eurasia.
Taylor
no entendió demasiado el mecanismo de desplazamiento continental y sugería la
idea de mareas profundas influidas por la Luna.
La
tectónica de placas, es la teoría según la cual la parte más superficial de la
Tierra está formada por placas rígidas, denominadas litosfera con espesores
medios de un centenar de Km, que se encuentran flotando por encima de rocas en
estado plasito, que constituyen la astenosfera. Aunque fue postulada con
anterioridad, está teoría no se desarrolló hasta la década de los 60-70, con los
avances geofísicos, que dieron un mayor conocimiento del interior de la Tierra.
Actualmente, es la única teoría que permite explicar de manera coherente, la
génesis de todos los fenómenos geológicos, que se producen gracias al
movimiento de las placas litosféricas por encima de la astenosfera.
Prueba de la tectónica de placas
Las anomalías magnéticas
La
hipóptesis de la expansión del fondo oceánico no fue aceptada hasta que en el
año 1963 dos científicos, Vine y Mathew, estudiaron las anomalías que se
producen en el campo magnético de la Tierra, el cual de forma esporádica
invierte su polaridad. En la década de los 50 se descubrió en el océano
Pacifico que las anomalías magnéticas se distribuyen siguiendo una disposición
lineal. Unos años después, Vine y Matthew pusieron de manifiesto que bajo el
enfoque de la expansión del fondo oceánico estas
anomalías eran debidas la creación de la corteza
oceánica en el eje de la dorsal.
Las
erupciones de lavas basálticas en la dorsal son magnetizadas en la dirección
del campo magnético
co. Las inversiones del campo magnético que se suceden a lo largo del tiempo quedan
impresas en las
Lavas indicando si esta polaridad coincide con el
campo magnético actual o si la polaridad es inversa, las
Rocas son magnetizadas en dirección opuesta. Este
hecho se ha podido comprobar en rocas de igual edad en todo el mundo y se ha
ido construyendo un calendario de inversiones que llega hasta la actualidad.
El
resultado final es que a ambos lados de la dorsal las bandas de polaridad
normal e inversa coinciden en grosor y en alejamiento al eje de la dorsal.
Gracias a esta teoría se pudo calcular la velocidad del desplazamiento, la cual viene dada por la distancia
de la roca al ejede la dorsal y la edad de dicha lava. Se han obtenida pruebas
sobre la existencia de dorsales rápidas como la Pacífica, o lentas como la
Atlántica, y a la vez que esta no ha sido constante a lo largo del tiempo en
toda la dorsal ni incluso a ambos lados de la misma.
RELACIONES ENTRE PLACAS
Existen
tres tipos de límites entre placas litosfericas:
-Las
zonas de expansión; que se sitúan en
las dorsales oceánicas y en los rift continentales.
Las
dorsales, es donde intermitentemente van siendo expulsadas lavas basálticas
provenientes del manto, que empujan y se separan las dos placas oceánicas,
siendo un mecanismo de generación de placas.
-Las
zonas de subducción; son los lugares de colisión entre las placas oceánicas y
continentales, donde debido al peso de la litosfera oceánica, está comienza a
hundirse por debajo de la continental, hacia la astenosfera. En la astenosfera,
debido a las altas temperaturas que ésta presenta, la placa oceánica se
fundirá. Las zonas de subducción se presentan como fosas estrechas y profundas.
La placa oceánica penetra en el interior de la astenosfera con una inclinación
media de 45º, hasta una profundidad máxima de 700 Km. Esta penetración produce
un rozamiento entre placa oceánica y la astenosfera que genera fuertes sismos,
cuyos hipocentros se sitúan a lo largo de una superficie denominada ``zona de
Benioff´´.
-También
se forma un vulcanismo allí donde asciende parte de los fundidos provenientes
de la litosfera oceánica seducida, menos densa que los materiales de la
astenosfera. En esta zona de colisión entre dos placas intercontinentales, que
producirá cadenas montañosas; las fallas transformantes son zonas de fractura
que enlazan las dorsales con las fosas o distintos segmentos de una dorsal o de
una fosa.
-Son
limites de placas en donde la litosfera ni se crea, ni se destruye, con lo se
produce un movimiento horizontal paralelo al límite de placas. Este movimiento
crea un roce que genera sismos.
El motor de las placas
Resulta
un aspecto fundamental en esta teoría conocer cuál es el origen de los
esfuerzos que producen el desplazamiento de las placas. Para la mayoría de los
geólogos el origen de estas fuerzas hay que buscarlo en el comportamiento del
manto.
La
opinión más generalizada, es que esas fuerzas son debidas a las corrientes de
convección del manto, el cual libera calor mediante este mecanismo térmico.
Estos movimientos ascensionales libera energía debido al poco espesor de la
corteza que se ve afectada e influenciada por los movimientos del manto. Allí
donde el manto se manifiesta mediante una corriente de ascenso, la corteza se
debilita y se rompe, creándose una dorsal oceánica.
Existe
controversia sobre la forma de actuar de estas corrientes conectivas. La
mayoría de los investigadores aceptan en la actualidad la existencia de algún
tipo de fluidez de origen térmico en el manto que podría afectar a la litosfera.
La teoría más clásica
supone que la litosfera se desplaza de forma pasiva sobre una enorme célula de
convección situada en el manto, o bien solo en el manto superior. En este caso la célula de
convección no es profunda sino somera. Los continentes no son parte activa del
proceso sino que son arrastrados por una célula de convección que tienen su
emplazamiento en la astenosfera.
Para
otros investigadores las corrientes del manto alimentan a otras corrientes conectivas
que son las que mueven las placas. Esta teoría supone que la litosfera es parte
activa del movimiento y forma la parte superior del ciclo de la materia.
Ninguna
de estas teorías está libre de problemas,
la tendencia actual parece decidirse sobre el modelo de la teoría de la placa
activa.
La dorsal
oceánica
Esta
alineación montañosa, es una cadena doble con un surco profundo en el centro
denominado rift oceánico. La cordillera se eleva sobre el fondo oceánico hasta
una altura de 3500 m por lo que generalmente no llega a emerger del oceáno. Se
conocen solamente algunos casos en el Atlántico; Islandia es una dorsal
emergida y más al sur la isla de Asunción es un estrato-volcán en el centro del
océano.
Una
dorsal presenta una características determinadas, un gradiente geotérmico
elevado. Un alto valor de la gravedad debido a los densos materiales del manto
que ascienden.
Son
frecuentes los sismos de foco
superficial bajo la dorsal debido a las fuerzas tensiónales producto de la
tracción.
La
diferente velocidad de emisión de materiales volcánicos que presenta la dorsal
en cada punto genera una fractura que se
denomina falla de transformación.
Estas
fallas también llamadas de desgarre se pensó en un principio que al ser
frecuentes en los continentes también estarían presentes en los océanos.
Fosas oceánicas
Las
fosas oceánicas se presentan en los márgenes continentales cuando subyuce la
corteza oceánica al chocar con otra corteza continental u oceánica.
Estos
profundos surcos son estrechos y muy alargados. Están al pie de los
continentes; la fosa se extiende en un largo surco durante cientos de km.
Las
fosas oceánicas se caracterizan, no sólo por la orografía sino también por ser áreas
activas con sismos frecuentes que provocan deslizamientos en el talud o rampa
de descenso a ellas. Presentan un valor de la gravedad menor que el valor
medio. En la fosa los depósitos sedimentarios siendo grandes son menres de lo
que se podría espesar y el gradiente geotérmico es elevado.
Bajo
las fosas la sismicidad es muy compleja. Si proyectamos todos los seísmos en un
sistema de coordenadas, los hipocentro se concentran en un plano inclinado
llamado plano de Benioll, que representa la placa que seduce.
GLOSARIO
Advección: forma pasiva
de desplazamiento de una placa litosférica sobre una célula de convección.
Carbonifero: época de la
historia de la Tierra en la que grandes bosques se transformaron en carbón. Actualmente
sabemos que se extiende desde -345 a -285 millones de años
Cenozoico: período de
tiempo de 63 m. de años.
Cuaternario: último
período de tiempo que llega a los 2
millones de años. Representa una
división tanto artificial para separar en el tiempo
la aparición y desarrollo de los homínidos
Dorsal: cadena de montañas que se
encuentra en medio de los océanos, en el
fondo marino. Presenta gradiente térmico elevado y alta sismicidad. Se denomina zona de creación de corteza.
Hipótesis: idea
científica de la que aún no se está totalmente seguro y que se intenta verificar
Inlandsis: resulta de
la acumulación de nieve helada. Es agua
dulce helada, es un gran glaciar que
cubre la tierra firme
Pangea: palabra inventada por Wegener a
partir del griego. Significa toda (pan) la Tierra (geos)
Placa activa: se denominan
así a las placas litosféricas que forman parte, por diferentes mecanismos, del
proceso de desplazamiento cortical y
subducción
Plataforma continental: zona que se
extiende desde la línea de costa hasta el borde superior del talud continental
Rift: palabra inglesa que significa
hendidura, fisura, grieta. Se aplica a las grandes fisuras, de origen
volcánico, que cortan el globo
Seismo: sinónimo de temblor de tierra o
terremoto
Teoría: conjunto de ideas y de
razonamientos que explican una serie de fenómenos.
BIBLIOGRAFiA
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M.A. Fernández- Mª. J Gullón- B. Mingo- R. Rodríguez-
Mª.E. de la Rubia- Mª. D: Torres. ``Ciencias naturales Gaia´´. Vicens vive
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Dider Gille.
``La deriva de los continentes´´. Sm.
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Jon
Erickson. ``La vida en
la tierra, origen y evolución´´. McGraw-Hill
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Fernando
Vazquez. ``La base de la Geología´´. Penthalon
2003 Paya Frank
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