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10 de mayo de 2022

Juan Ramón Jiménez .- Nocturno


 ¡Oh mar sin olas conocidas,

sin "estaciones" de parada,

agua y luna, no más, noches y noches!

... Me acuerdo de la tierra,

que, ajena, era de uno,

al pasarla en la noche de los trenes,

por los lugares mismos y a las horas

de otros años...


- ¡Madre lejana,

tierra dormida,

de brazos firmes y constantes,

de igual regazo quieto

tumba de vida eterna

con el mismo ornamento renovado- ;

tierra madre, que siempre

aguardas en tu sola

verdad el mirar triste

de los errantes ojos!-


... Me acuerdo de la tierra


- los olivares a la madrugada-,

firme frente a la luna

blanca, rosada o amarilla,

esperando retornos y retornos

de los que, in ser suyos ni sus dueños,

la amaron y la amaron...


* Juan Ramón Jiménez

4 de mayo de 2022

Pablo Neruda .- El monte y el río

 


En mi patria hay un monte.
En mi patria hay un rio.

Ven conmigo.

La noche al monte sube.
El hambre baja al río.

Ven conmigo.

¿Quiénes son los que sufren?
No sé, pero son míos.

Ven conmigo.

No sé, pero me llaman
y me dicen: "Sufrimos".

Ven conmigo.

Y me dicen: "Tu pueblo,
tu pueblo desdichado,
entre el monte y el río,

con hambre y con dolores,
no quiere luchar solo,
te está esperando, amigo"

Oh tú, la que yo amo,
pequeña, grano rojo
de trigo,

será dura la lucha,
la vida será dura,
pero vendrás conmigo.


* Pablo Neruda.

29 de marzo de 2022

La primera tristeza ha llegado. Tus ojos



[Poema - Texto completo.]

Carlos Pellicer

La primera tristeza ha llegado. Tus ojos
fueron indiferentes a los míos. Tus manos
no estrecharon mis manos.
Yo te besé y tu rostro era la piedra seca
de las alturas vírgenes. Tus labios encerraron
en su prisión inútil mi primera amargura.
En vano tu cabeza puse en mi hombro y en vano
besé tus ojos. Eras el oasis cruel
que envenenó sus aguas y enloqueció a la sed.
Y se fue levantando del horizonte una
nube. Su tez morena voló a color. De nuevo
fue oscureciendo el tono de los días de antes.
Yo abandoné tu rostro y mis manos
ausentaron las tuyas. Mi voz se hizo silencio.
Era el silencio horrible de los frutos podridos.
Oí que en mi garganta tropezó la derrota
con las piedras fatales.
Yo me cubrí los ojos
para no ver las lágrimas que huían hacia mí.
Luego tú me besaste, dijiste algo. Yo oía
llorar mis propias lágrimas en el primer silencio
de la primera tristeza. El alma  de ese día
llegó de lejos -tu alma- y se quedó en mi pecho.

 

21 de febrero de 2022

Alan Mills .- Poetas

 ¿Qué seremos ahora?


Enormes cóndores
que surcan los vastos empíreos
brindando su fealdad al orbe.

Camellos obstinados,
jorobados de tormentos,
cargando aguas amargas
para el susurrante desierto.

¿O es que somos paquidermos
armados de marfil
y nuestras patas son las torres
que encarcelan al miedo?

Quizás seamos perros salvajes
que embestimos en manada
doblegando medrosamente
a nuestras presas
y anunciamos con carcajadas
nuestro mutis.

O tal vez el semblante
de un jaguar enjaulado;
nuestra palabra es
su majestuosa mirada turbia
que palidece en el encierro.

Somos el parco silencio del albatros
al cesar el batir de sus alas:
extinguiéndose
ante la triste cadencia del bullicio.

8 de febrero de 2022

Despierto a Mediodía .- Juan Ramón Jiménez


 El mar siempre despierto,

el mar despierto ahora también a  mediodía,

cuando todos reposan menos yo y tú

me da mejor que nadie y nada tu conciencia,

dios deseante y deseado,

que surtes, desvelado

vijilante del ojo suficiente,

de la sombra y la luz, en pleamar fundida,

fundido en pleamar.

Tus rayos reespedidos hacia el sol,

fuentes de luminoso y blanco oro surtidor

que refresca la vida al todo blanco sol.


Y el pleno solo te llena, con su carbón dentro,

como la luna anoche, el sol eres tú solo,

solo pues eras la luna, el solo eres tú solo,

solo pues  que eres todo.


Conciencia en pleamar y pleacielo,

en pleadios, en éstasis obrante obrante universal.


                                          * Juan Ramón Jiménez

Clase .- Juan Ramón Jiménez

 


¡ Sevillanas en claustro mudéjar! ¡ Qué piano

Pleyel... de Barcelona¡ !Debussy! En tres semanas,

Solfeo - ¡ gracia inútil de la cansada mano!-,

Clave de fa, Armonía, y luego...¡Sevillanas!

-¡Monjas en sevillana! ¡ Oh cercana Sevilla!

¡ Sensualidad cargada, lijera pantorrilla,

con zapatón serrano y media azul y fuerte!

La tarde unje, divina, el claustro. El sol rosado

endulza el mar, el río, las viñas, los pinares,

En el aire sereno, grato de sol salado,

yerra un olor suave y triste de azahares.

¡Sevillanas!... Se estingue entre las azucenas...

Y vuelan, libro al abrazo, en loca algarabía,

un grupo alegre de señoritas morenas,

que esconden, sin saberlo, tesoros de armonía.


Cuando el reló de la torre

da las doce -yerve el aire-,

el coche de Pedro entra

-cascabeles- por la calle.

Un viajante de comercio

baja, con mundo grande.

Modas que aquí llegan como

al cementerio la carne.

En seco, mi alma espera

aguaje que la levante

Desde El Cristo se ve el mar

solo, diamante de sangre.


* Juan Ramón Jiménez

7 de febrero de 2022

Carlos Bousoño .- SALVACIÓN EN LA PALABRA

 1


Dejad que la palabra haga su presa lóbrega,
se encarnice en la horrenda miseria
primaveral, hoce del destino, cual negra teología
corrupta.
Súbitas, algunas formas mortales,
dentro del soplo de aire
permanente e invicto.
La palabra del hombre, honradamente
pronunciada, es hermosa, aunque oscura,
es clara, aunque aprisione
el terror venidero.
Hagamos entre todos la palabra
grácil y fugitiva que salve el desconsuelo.
... Como burbuja leve la palabra
se alza en la noche, y permanece
cual una estrella fija entre las sombras

2

Y así fue la palabra
ligero soplo de aire
detenido en el viento,
en el espanto,
entre la movediza realidad y el río
de las sombras. Ahí está detenida
la palabra vivaz, salvado este momento
único
entre las dos historias.
... De pronto el caminar fue duradero
y el hombre inmortal fue,
y las bocas que juntas estuvieron
juntas están por siempre.
Y el árbol se detuvo en su verdor
extraño, y la queja
ardió en una zarza
misteriosa.

3

Allí estamos nosotros.
Allí dentro del hálito.
Tú que me lees estás allí
con un libro en la mano.
Y yo también estoy.
Tú de niño, cual hombre, como anciano,
estás allí.
Tu corazon está con su amargura,
ennoblecido y muerto.
Y vivo estás.
Y hermoso estás.
Y lúcido.

4

Todo se mueve alrededor de ti.
Cruje el armario de nogal, salpica
el surtidor del jardín.
Un niño corre tras una mariposa.
Adolescente, das tu primer beso
a una muchacha que huye.
Y huyendo así, huye nada,
quieto en el soplo tenue.

5

Y así fue la palabra entre los hombres
silenciosa, en el ruido
miserable
y la pena,
arca donde está el viento detenido
y suelto,
acorde suspendido y desatado,
leve son que se escucha
como más que silencio, en el reposo
de la luz, de la sombra.

Así fue la palabra,
así fue y así sea
donde el hombre respira,
porque respire el hombre.

28 de enero de 2022

El silencio

 



Ada Negri

Italia: 1870-1945



[Poema - Texto completo.]

Ada Negri

Hasta en tu cólera taciturna te amaba Ella…

cuando te encerrabas en ti mismo,
como en una armadura erizada de púas,

como detrás de una puerta de bronce,
guardada con siete llaves.

Resignada, sin protestas,
estrujado el corazón de angustia
sufría tus largos silencios,

solo atreviéndose a seguir tus pasos,
con el suyo, acolchado de sombras…

osando apenas furtivas caricias,
con su breve mano ligera,
más suave, cuanto más duro el yugo amoroso
que la ataba a ti…

Pero la expresión de tu cólera, Amado,
no se disipa; que extraviadas están
las llaves que cierran la puerta de bronce…

En vano la pequeña mano,
golpea noche y día la puerta,

Que despiadado y eterno
es el silencio de tu sepulcro.


Il libro di Mara, 1919

25 de enero de 2022

En tu sonrisa

 


[Poema - Texto completo.]

Leopoldo Panero

Ya empieza tu sonrisa,
como el son de la lluvia en los cristales.
La tarde vibra al fondo de frescura,
y brota de la tierra un olor suave,
un olor parecido a tu sonrisa,
y a mover tu sonrisa como un sauce
con el aura de abril; la lluvia roza
vagamente el paisaje,
y hacia adentro se pierde tu sonrisa,
y hacia dentro se borra y se deshace,
y hacia el alma me lleva,
desde el alma me trae,
atónito, a tu lado.
Ya tu sonrisa entre mis labios arde,
y oliendo en ella estoy a tierra limpia,
y a luz, y a la frescura de la tarde
donde brilla de nuevo el sol, y el iris,
movido levemente por el aire,
es como tu sonrisa que se acaba
dejando su hermosura entre los árboles…



https://es.wikipedia.org/wiki/Leopoldo_Panero

29 de noviembre de 2021

Mi pasión tiene la forma de un río apresado

 



Ricardo Molinari

Argentina: 1898-1996



[Poema - Texto completo.]

Ricardo Molinari

Mi pasión tiene la forma de un río apresado por
el desierto,
como por una noche penetrante,
inmóvil.

Amor es abrir la arena con narcisos.
(Dejen mi rostro apoyado en el agua
hasta que se me enfríe la voz,
solitariamente.)
Deseo una corona abandonada por su cuello,
besar el aire de su cabello hasta llenarme de vacío
De otra vida.

Nadie sabe hasta dónde llega el destierro;
que hace la tarde con un clavel, con un día caído
de mi mejilla.

el cielo es cielo, y yo estoy tan lejos,
como una lanza junto a una cota empañada
por los arroyos de la noche.  Ay, en un costado de la tierra,
con un nombre sordo,
mojándome el cuerpo distraído.


1937

19 de noviembre de 2021

Soneto III

 




Juan Boscán

España: 1492-1542




[Poema - Texto completo.]

Juan Boscán

Todo es amor en quien de veras ama,
hasta el mudar, que hace más firmeza;
si mudare pensad que es de tristeza
que el mal le fuerza haber de mudar cama.

Así me hizo a mí mi vieja llama,
que sosegar no puede en su crudeza,
y el alma agora a nuevo amor se aveza,
mas no podrá, que el otro amor le llama.

Yo pagaré por uno más de ciento
este querer así descabullirme,
que en fin flaqueza fue del pensamiento.

Si pagar puede un gran arrepentirme
yo pago bien: mas nada no es descuento
del tiempo que he perdido en querer irme.


2 de junio de 2021

Fósiles

 


[Poema - Texto completo.]

Carlos Barral

Sumérjase el alma un instante
en el árido mar del deseo
y surja falaz de su espuma
tu efigie de bronce.

*

Agite la brisa a su soplo
tus negros y sueltos cabellos
y envuelta en su halago
la bruma de tu cuerpo.

*

Al blanco cuenco de tus blandas manos,
febril apoyo de mi ardiente frente,
al brillo rojo de tus labios finos
dulce caricia de mi boca torpe,
siempre soñada.

Tú que derramas sobre tu frente un bucle,
al inclinarse triste la cabeza,
tú, que amedrentas en tus ojos negros
la melancólica luz y el dulce brillo
la que en el cuello dilatas un sollozo,
y en los labios humedeces un suspiro.

*

Sincronía de suspiros blandos,
sabrosa de salobre, teñida de resol,
moldeada en la morena carne
de la virgen del arpegio dulce
y pastoral.


1942

7 de abril de 2021

André Cruchaga .- Paseo nocturno

 Tal vez el mundo sea bello,

cuando el sol claro lo ilumina,
pero yo sé que hay hombres tristes
como la lluvia gris y fría.
Carlos Bousoño: La tristeza


Al final del día
Todo va quedando inerme
La noche está ahí como una calle
Intransitable:
Musgo sin espejos
Humus sin puertas
Pero verdad latente

A lo lejos
Luces
Gallos insomnes
Sombras de la ciudad el paisaje

Duele todo lo que se deja
Todo lo que perdemos de vida
Todo lo que nos gana la muerte

Bajo esos hilos de oscuridad
Hasta la luna tiene diademas
De indiferencia

Sobre los pensamientos
Duerme la soledad del mundo
Mientras los ojos se pierden
Sobre la superficie de las paredes

Al final del día
Hay imágenes irrestañables
Reflejos desvalidos
Una ciudad que calla
Cansancios
Nubes silenciosas
Plazas sin murmullos
O si a caso
Una canción perdida
En el hocico de los perros

¡Poco a poco se nos va el tiempo!

La memoria tirita frente a las hojas
Frío del escombro
Frente al miedo de las calles solas
Y las puertas cerradas

Detrás de la noche nosotros
Perceptibles por el aliento
Detrás de la noche el fuego
Que se torna en ceniza
Detrás de las ventanas
La lluvia cayendo en armarios
Detrás de la noche
Un fondo ciego
Donde las palabras duermen en los labios
Detrás de la noche
El silencio profundo de las palabras
Que cae agonizante
Como el desgarre de los sueños…

15 de febrero de 2021

EXILIADOS de Harold Paredes Olivo

 *EXILIADOS*

Los echaron como perros,
después de cruzar linderos
inventados por los hombres
para obtener más dinero.
Cuando el gobierno es usurero,
el corazón lo tiene de acero;
no le importa tirar la hermosura
que ha escapado de la basura.
Desde las nubes se ve la burla
de quienes se confiesan ante el cura;
toda boca mentirosa es oportuna.
Tres ayes para el servidor que está en la luna.
Los emigrantes necesitan ayuda;
y no que los amontonen en aviones
dejándoles rotos con tantas humillaciones.
Sufren por ser abandonados, tanta tortura.
¡Ay, hermano(?) que los lanzas al infierno!
Te alegras cuando los echan de tu pueblo,
y son despreciados como animales de la calle;
jamás olvides instrumento del averno
que los niños con zapatos rotos y exiliados,
que los niños con padres heridos y exiliados,
que los niños con hermanos enterrados y exiliados,
que los niños con abuelos muertos y exiliados,
que los niños con sueños y amigos añorados...
Contarán con detalles lo bueno y lo malo,
cuando sean recibidos como héroes en el cielo.

Autor: *Harold Paredes Olivo*

7 de junio de 2018

Jorge Guillén .- LA SANGRE AL RÍO

Llegó la sangre al río.
Todos los ríos eran una sangre,
Y por las carreteras
De soleado polvo
—O de luna olivácea—
Corría en río sangre ya fangosa
Y en las alcantarillas invisibles
El sangriento caudal era humillado
Por las heces de todos.

Entre las sangres todos siempre juntos,
Juntos formaban una red de miedo.
También demacra el miedo al que asesina,
Y el aterrado rostro palidece,
Frente a la cal de la pared postrera,
Como el semblante de quien es tan puro
Que mata.

Encrespándose en viento el crimen sopla.
Lo sienten las espigas de los trigos,
Lo barruntan los pájaros,
No deja respirar al transeúnte
Ni al todavía oculto,
No hay pecho que no ahogue:
Blanco posible de posible bala.

Innúmeros, los muertos,
Crujen triunfantes odios
De los aún, aún supervivientes.
A través de las llamas
Se ven fulgir quimeras,
Y hacia un mortal vacío
Clamando van dolores tras dolores.
Convencidos, solemnes si son jueces
Según terror con cara de justicia,
En baraúnda de misión y crimen
Se arrojan muchos a la gran hoguera
Que aviva con tal saña el mismo viento,
Y arde por fin el viento bajo un humo
Sin sentido quizá para las nubes.
¿Sin sentido? Jamás.

No es absurdo jamás horror tan grave.
Por entre los vaivenes de sucesos
—Abnegados, sublimes, tenebrosos,
Feroces—
La crisis vocifera su palabra
De mentira o verdad,
Y su ruta va abriéndose la Historia,
Allí mayor, hacia el futuro ignoto,
Que aguardan la esperanza, la conciencia
De tantas, tantas vidas.