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16 de octubre de 2017

Premio Planeta 2017


Literatura

Javier Sierra se alza con el Premio Planeta con una historia del santo Grial




El escritor Javier Sierra tras recibir el trofeo que le acredita como ganador del Premio Planeta. EFE


La escritora madrileña Cristina López Barrio queda finalista con 'Niebla en Tánger'. La cena de gala fue 'víctima' del 'procés' y registró el mayor número de ausencias en años
El líder de la edición mundial en lengua castellana repite una apuesta segura para su gran lanzamiento anual de marca y de promoción literaria. Si en la pasada edición, los laureles se los llevó la popular escritora donostiarra Dolores Redondo, autora de la exitosa Trilogía de Baztán adaptada a la pantalla, secundada por el madrileño Marcos Chicot; una similar fórmula a prueba de pinchazos en librerías se reitera en la edición 2017, con un autor superventas en el podio y una solvente autora de tirón en el segundo puesto.
Javier Sierra se alzó ayer con el LXVI Premio Planeta de novela con el manuscrito de El fuego invisible, presentado con el título provisional de La montaña artificialbajo el seudónimo de Victoria Goodman. "Quiero dedicar esta novela a los compañeros escritores", afirmó emocionado por el "momento impresionante" ya que "se trata de la palabra donde reside la fuerza creativa de nuestra civilización". "Es en el uso de la palabra donde está el origen de la bondad y de la maldad, ése es el fuego invisible que tenemos todos en nuestro interior", explicó el autor en relación a su novela. En concreto, la trama apunta al origen de una palabra "que cambió el destino de Europa en el siglo XII": "Ésa palabra es Grial".


La escritora madrileña Cristina López Barrio quedó finalista con Niebla en Tánger, novela presentada como La nueva vida de Penélope tras el seudónimo de Bella Linardi y quiso dedicar el premio a los lectores y, sobre todo, a los libreros "por su magnífica labor". "Ésta es una novela que habla de la creación literaria como arma peligrosa y a la vez como fuente de sanación".
Lo que no se repite de un año para otro es el ambiente de su tradicional gala literaria en el Palau de Congressos de Barcelona, marcado ayer por la fría tensión desencadenada por el llamado procés independentista catalán y el ya confirmado cambio de sede social del gigante Planeta que se traslada a Madrid. Las comparaciones son odiosas, pero la difícil coyuntura política de Cataluña fuerza a hacerlas. Si la gala de 2016 estuvo presidida por los reyes Don Felipe y Doña Leitzia y por el president de la Generalitat Carles Puigdemont; la de ayer presentó su cara más desangelada con la ausencia de primeras autoridades de uno y otro lado. La presidenta del Congreso de Diputados Ana Pastor asistió en representación del Gobierno y la Generalitat hizo a su vez acto de presencia con el conseller de Empresa Santi Vila. Una discreta foto para un Premio Planeta en pleno conflicto soberanista, que tiene todos los números para trasladarse también a Madrid, aunque el presidente de Planeta, José Creuheras, anunció el pasado sábado que las intenciones del grupo son continuar celebrando la gala en Barcelona. Cabría preguntar por cuánto tiempo ante la escalada de tensión.
Como sea, la apuesta de Planeta en tiempos convulsos es firme, porque Javier Sierra (Teruel, 1971) no sólo es uno de los autores de ficción más traducidos de los últimos tiempos -en torno a una cuarentena de lenguas-, sino que es el único escritor español que ha conseguido trepar a la lista de más vendidos de The New York Times. Entró al ansiado top ten en 2006 con La cena secreta.
Experto del thriller de enigma histórico y autor de una decena de libros entre novela y ensayo, Sierra lleva más de una década demostrando con creces sus dotes de comunicador en radio y televisión, como tertuliano, colaborador habitual o incluso director de varios programas para la pequeña pantalla, siempre en torno al misterio y al pasado. Entre sus obras destacan además del citado best-seller La cena secreta (2004), las novelas El maestro del Prado (2013) y La pirámide inmortal (2014), para no mentar su producción ensayística también de tirón entre el gran público amplio con títulos como La ruta prohibida y otros enigmas de la Historia (2007) y En busca de la Edad de Oro (2000).
Ahora Javier Sierra regresa a su sustancia más pura y a la que más partido literario le ha sacado porque El fuego invisible trata del tema por antonomasia de las novelas del género: el misterio del Santo Grial. Un joven profesor, afincado en Dublín, de origen español y nieto de un famoso escritor, viaja por unos días a Madrid a fin de participar de un extraño grupo de estudio que se dedica a seguir el rastro de la famosa reliquia cristiana en la literatura y el arte. Y lo que parece una mera investigación científica pronto se transformará en otra cosa, tras el asesinato de uno de los investigadores. Tras la peligrosa pista del codiciado Grial la trama despliega, como es habitual en el autor, mucha erudición histórica y una gran paleta de referentes culturales, a través de múltiples escenarios españoles.
Un recorrido igualmente prometedor y exitoso presenta la autora finalista Cristina López Barrio (Madrid, 1970), pero en el segmento de la novela psicológica o ya de plano sentimental. Tras un sonado debut en novela juvenil que le valió el II Premio Villa de Pozuelo de Alarcón, se dio a conocer al público adulto en 2010 con La casa de los amores imposibles, que la llevaría a una veintena de países y similar número de traducciones. Un talento que luego confirmaría con El cielo en un infierno cabe (2013) y Tierra de brumas (2015).
Ahora la escritora madrileña propone con Niebla en Tánger una ambiciosa aventura literaria que explora sin complejos los puntos de contacto entre ficción y realidad. Tras una fugaz aventura con un hombre desconocido en una habitación de hotel, una aburrida ama de casa se propone seguir el rastro del amante sólo con el amuleto y la novela que estaba leyendo como pistas. Una búsqueda que la llevará a Tánger y al interior de esa novela olvidada, cuyo protagonista se llama igual que el hombre buscado. Y quizá ese relato sea también el de su vida.
Puede que la difícil situación política de Cataluña atente contra la continuidad del Premio Planeta en Barcelona, pero las sólidas apuestas del grupo editorial, en este caso a través de dos autores de abultadas ventas y marcada aceptación entre el gran público, vuelven a garantizar su éxito en librerías. El factor imprescindible que permite solventar su abultada dotación: 601.000 euros para el ganador Javier Sierra y 150.250 euros para la finalista Cristina López Barrio.
Fuente

7 Excusas que te Alejan del Placer de Leer



Estas son las siete excusas que te pones a ti mismo y que te alejan del placer de la lectura.


Las personas somos expertas en encontrar excusas con las que boicoteamos incluso los planes más apetecibles. Uno de los mejores planes es la lectura. El placer de leer es enriquecedor en cualquier momento del año. ¿Qué excusas debes evitar? En este post te lo contamos.

1. No tengo tiempo

Es muy posible que tengas una larga lista de ocupaciones. Sin embargo, no es del todo cierto que no tengas tiempo para leer. Solo es cuestión de establecer un orden de prioridades para organizar mejor la agenda. De hecho, puedes aprovechar también espacios aparentemente vacíos, por ejemplo, cuando viajas en metro o autobús.

2. Estoy cansando

El cansancio afecta al placer de la lectura puesto que necesitas un nivel de concentración y atención visual para retener la información. Sin embargo, es mejor sumar cinco minutos de lectura diaria que no sumar nada. Por esta razón, si estás muy cansado al final del día, puedes dedicar unos minutos porque eso es mejor que nada.

3. No me gusta leer

Aquellas personas que se ponen esta excusa están equivocadas. Creen que realmente esto es cierto pero simplemente, no han encontrado ese autor o ese libro que dé un giro a su propia percepción literaria. Así como en el mundo existen muchas personas, y tienes más afinidad con unas que con otras, en el universo editorial también existe un amplio catálogo de libros recomendables. Y alguno, seguro que te hará cambiar de opinión respecto de la idea de que no te gusta leer.

4. Prefiero ver la película

Muchos libros tienen una adaptación en gran pantalla. Y aquellos lectores poco aficionados a la lectura afirman que prefieren ver la película antes que leer el libro. En realidad, muchos lectores opinan que es mejor el libro que la película, tienen la oportunidad de hacer comparaciones, pueden extraer sus propias conclusiones sobre si la adaptación es fiel a la novela o no lo es.

5. Dejo los libros sin terminar

En realidad, es un buen hábito no terminar un libro si no te gusta o te aburre, no tienes la obligación de leerlo hasta el final. Sin embargo, no hagas de esta afirmación un valor absoluto porque es muy posible que en algún momento encuentres una obra que realmente te guste. Solo es cuestión de seguir insistiendo.

6. Los libros son caros

Desde el punto de vista del presupuesto, algunas personas también encuentran excusas sobre cómo, el precio de los libros, condiciona su propio hábito lector. Nada más lejos de la realidad. Puedes encontrar libros gratis en las bibliotecas, libros que puedes tomar en préstamo. Y puedes elegir libros en versión Kindle por un precio muy económico. Puedes comprar libros en la Feria del Libro Antiguo que se celebra en otoño y en donde puedes encontrar ofertas muy económicas. Incluso, puedes hacer intercambio de libros con amigos.

7. Prefiero quedar con amigos

No es incompatible quedar con amigos, y leer. Pero si observas la lectura como una actividad solitaria cambia el chip. Una buena historia te acompaña cuando te gusta realmente. Es una soledad gozosa.

15 de octubre de 2017

La desconocida biblioteca del ‘president’ Lluís Companys



El político que proclamó el Estado catalán en 1934 se llevó parte de sus libros a su exilio en Francia. Obras, la mayoría en español, cuya existencia no se sospechaba



Parte de la biblioteca de Lluís Companys, en la que se encuentran 'Le comte de Monte-Cristo', de Dumas; 'Novelas españolas', 'Cadaqués', de Josep Pla, y las obras completas de Lope de Vega.
Parte de la biblioteca de Lluís Companys, en la que se encuentran 'Le comte de Monte-Cristo', de Dumas; 'Novelas españolas', 'Cadaqués', de Josep Pla, y las obras completas de Lope de Vega.MASSIMILIANO MINOCRI
El retrato del político impulsivo,buen orador pero no muy cultivado, de discurso incendiario y construido sobre tópicos que hacen los historiadores del presidente de la Generalitat de Cataluña Lluís Companys se relativiza tras echar una ojeada a su, hasta ahora, desconocida biblioteca. Los escritos de Cicerón, la primera edición completa del Quijote en francés, Las mil y una noches editada en 1858, Le comte de Monte-Cristo en una versión con ilustraciones de 1852, las obras completas de Lope de Vega, Episodios nacionales de Pérez Galdós, Páginas escogidas de Azorín, Jacinto Benavente, Emilia Pardo Bazán, los poemas de Gabriel y Galán… son algunos de los 250 libros que pertenecieron a Lluís Companys (Tarrós, Lérida, 1882-Barcelona, 1940) y que ofrecen un perfil muy distinto del político que proclamó el Estado catalán dentro de la República Federal Española el 6 de octubre de 1934 y, tras ser indultado y volver a ser presidentdurante la Guerra Civil, fue capturado en Francia por la Gestapo y fusilado por Franco en 1940, un día como hoy de hace 77 años.

TESOROS DE PAPEL

Histoire de l’admirable don Quixotte de la Manche, una edición en cuatro pequeños volúmenes (13,5 x 5,5 centímetros cada uno) traducida por Filleau de Saint-Martin e impresa en Ámsterdam en 1692, es el mayor de los tesoros de papel que perteneció a Lluís Companys. Además de tratarse de la primera traducción completa al francés que se realizó de la obra de Cervantes, Filleau de Saint-Martin reescribió el final del libro y dejó vivo a don Quijote, de forma que años más tarde él escribió las partes 5º y 6ª de la novela.
Las mil y una noches, en una cuidada edición con ilustraciones de 1858, o Le comte de Monte-Cristo, de Alexandre Dumas, impreso en París en 1852 e ilustrado por Staal y Beaucé, son algunos de los ejemplares que conviven con diccionarios, libros de Derecho, de arte y mucha poesía.
Tan distinto como que las tres cuartas partes de esos títulos, seguramente sus libros más queridos puesto que Companys tuvo que abandonar Barcelona la madrugada del 24 de enero de 1939 rumbo a París con lo que pudo llevarse en un coche, están en castellano y retratan a un hombre culto que apreciaba lo español. “Son los libros que llevó consigo cuando se exilió y entonces uno escoge lo que más aprecia”, comenta la propietaria de la biblioteca, que pide mantenerse en el anonimato. El conjunto lo vendió un sobrino de Carme Ballester, la segunda esposa de Companys, en 2010 en Saint-Malo, en la Bretaña francesa.
Los ejemplares, en buen estado de conservación, contienen muchas dedicatorias, entre ellas algunas tan significativas en esos momentos de crisis política como la del diputado y escritor Álvaro de Albornoz —presidente del Gobierno de la República en el exilio entre 1947 y 1951—, quien le obsequió con su conferencia El fascismo y las armas y las letras españolas, que pronunció en el Ateneo de Barcelona en 1938: “Al presidente Lluís Companys, en la gran tragedia de la República, con tantas simpatías por Cataluña como amor a España”.
Manuel Azaña, que le nombró ministro de la Marina en 1933 antes de ser presidente de la Generalitat, le dedicó su libro Mi rebelión en Barcelona (1935): “A don Lluís Companys, un muy amigo, que le recuerda afectuosamente”. De Azaña es también una cuidada edición, encuadernada por Brugalla con tapas de madera, de un discurso que pronunció en Barcelona el 18 de julio de 1938. Es una edición limitada de 75 ejemplares con dedicatoria impresa al president. En su biblioteca hay lugar también para la lírica, y aparecen títulos en catalán como Llibre blanch. Policromi-tríptic (1905), un poemario de Caterina Albert —que firmaba con el seudónimo de Víctor Català— que Companys le dedicó a su mujer: “A la meva doneta estimada i bonica; eternament, tu Lluís”.
Dedicatoria de Álvaro de Albornoz a Companys en 1938 en la que dice tener “tantas simpatías por Cataluña como amor a España”.
Dedicatoria de Álvaro de Albornoz a Companys en 1938 en la que dice tener “tantas simpatías por Cataluña como amor a España”.
“La idea que se tiene de este político cambia radicalmente al conocer su biblioteca. Primero se ve que era un hombre con inquietudes intelectuales y también que no tenía aversión a lo español”, afirma la propietaria, quien revela que en 2010 la persona que adquirió el conjunto en Francia ofreció donarlo a la Biblioteca Nacional de Cataluña sin que sus responsables mostraran interés, y también al Ayuntamiento de Barcelona, con la misma respuesta.
Ricardo Cayuela, bisnieto de Lluís Companys, está entusiasmado con la idea de que se haya conservado la biblioteca de su antepasado. “En 1936 Companys se divorció de mi bisabuela, Mercé Micó, y se casó con Carme Ballester, una mujer muy dinámica que tuvo una vida muy complicada. Fue bastante valiente porque, ya viuda, refugió a judíos en París durante la Segunda Guerra Mundial. Cuando fusilaron a mi bisabuelo, su segunda mujer lo heredó todo y lo que yo sé es que a su muerte [en París en 1972] cartas, libros, fotografías y muebles pasaron a manos de un sobrino de ella a quien le hemos perdido la pista”, explica Cayuela por teléfono desde México. El escritor y editor, que fue redactor jefe de la revista Letras Libres desde su creación en 1999 hasta 2012, añade: “Mientras que vivió, mi abuela sí que mantuvo una relación epistolar con Carme”, añade.
 La familia mexicana
 Los abuelos de Ricardo Cayuela, Maria de l’Alba Companys y Héctor Gally, se exiliaron a México tras la Guerra Civil. Allí tuvieron tres hijos, uno de ellos María Luisa —la madre de Ricardo—, pero ninguno regresó a España. De forma que los descendientes directos del político catalán, que solo tuvo dos hijos con su primera mujer —aunque el varón, Lluïset, siempre estuvo enfermo y murió en Francia—, están todos en México. “Mi familia conservaba algunos objetos de Companys, como plumas, gafas, pitilleras, cartas, fotografías y hasta el testamento ológrafo que escribió el 15 de octubre de 1940, justo antes de su fusilamiento; pero lo donamos todo a la Generalitat”, comenta Ricardo Cayuela (Ciudad de México, 1969).
“Yo no conozco cuáles eran sus gustos literarios, sí sé que fue un gran periodista y fundó varios periódicos. Él salió de Cataluña casi con lo puesto, con lo que podía llevarse en un coche, pero al ser el presidente de la Generalitat es probable que alguien le ayudara y pudiera hacer una pequeña mudanza. Sería muy interesante poder estudiar su biblioteca”, añade.
El presidente de la República Manuel Azaña le regala su libro 'Mi rebelión en Barcelona' a su “muy amigo” Companys.
El presidente de la República Manuel Azaña le regala su libro 'Mi rebelión en Barcelona' a su “muy amigo” Companys. 
Los historiadores coinciden en la idea de que el presidente de la Generalitat que declaró la independencia de Cataluña mostraba un escaso interés por la literatura. Opinión que quizás, tras conocerse la existencia de esta biblioteca, se modifique:
“Tenía una gran capacidad para conectar con la ciudadanía. Fue un político más impulsivo que reflexivo. Leer habría leído pero no se le notaba, no había referencias literarias en sus discursos. Fue un mal estudiante que se dedicó a tiempo completo a la política; además le gustaba mucho la vida nocturna, jugar al billar…”, comenta el historiador Arnau Gonzàlez, autor junto a Enric Ucelay da Cal del ensayo Contra Companys, 1936. La frustración nacionalista ante la revolución (2012. Universidad de Valencia), un ensayo que analiza un complot para asesinar al presidente.
Un periodista nato
“Mi impresión es que la curiosidad estrictamente literaria de Companys fue escasa. Era un periodista nato, hombre de redacción con el horario que eso supone, a quien se le intuye una cultura rápida, política, poco meditada. Orador de verbo fácil, efectivo pero reiterativo y lleno de tópicos”, explica Ucelay da Cal, catedrático emérito de Historia Contemporánea de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona.
Idea que también comparte Josep Maria Solé, catedrático de Historia Contemporánea de la Autónoma de Barcelona y el primer director que tuvo el Museo de Historia de Cataluña, entre 1996 y 2000. “En 1935 estuvo condenado a cadena perpetua en el penal de El Puerto de Santa María junto a algunos miembros de su Gobierno, hombres cultos, lo que sin duda le influyó”, afirma Solé, quien recuerda que Companys era, ante todo, un periodista de raza, más preocupado por lo que ocurría en la calle que en los libros. La historia tendrá que reescribirse ahora que la sociedad catalana ha recobrado el interés por la figura del político, y cuando la propietaria se decida a mostrar su tesoro.
Fuente
https://elpais.com/cultura/2017/10/13/actualidad/1507918123_847144.html

9 Buenos Momentos para Regalar Libros


Estos son los nueve mejores momentos en los que puedes sorprender a tus amigos con libros.

9 Buenos Momentos para Regalar Libros
Con frecuencia, buscamos regalos originales con los que sorprender a seres queridos en momentos bonitos. Sin embargo, la originalidad también se mide en términos literarios. De hecho, hoy en día, cuando el hábito lector ha decaído en algunas personas, un libro puede ser todo un universo por descubrir. ¿En qué diez momentos, puedes regalar libros?

1. Fiestas de Navidad

Durante las fiestas de Navidad, puedes dedicar tiempo a tomar ideas de posibles lecturas recomendadas. En el blog puedes encontrar una amplia selección de propuestas. Regalar libros en Navidad te ofrece la oportunidad de acompañar a tus seres queridos en el inicio de ese año nuevo con la motivación de una buena historia. Los libros son especiales cuando los eliges pensando en su destinatario.

2. Cumpleaños

Puedes convertir en una tradición el hábito de regalar un libro cada año a un ser querido en esa fecha significativa en su vida. Un libro que puede sumar a su librería personal. Ojalá que este hábito sea tan significativo en su vida que incluso espere su libro como una rutina deseada.

3. Aniversario de pareja

Si te apetece sorprender con un detalle romántico, en el universo literario puedes encontrar una amplia selección de libros de este género, y por supuesto, también, puedes adentrarte en un género tan especial como la poesía.

4. Halloween

Esta fiesta está cada vez más próxima en el tiempo. Una fiesta que llega cada año para animar el otoño con la magia de un disfraz. Si quieres ser original, también puedes regalar libros dentro del género del terror a aquellos familiares o amigos que viven con emoción la magia de Halloween.

5. Un día cualquiera

Un libro es un detalle tan económico que, en realidad, cualquier día es perfecto para sorprender con este detalle a aquella persona a la que quieres ofrecer compañía, esperanza y vida por medio de esas páginas. Por ejemplo, si una persona que conoces está pasando por un mal momento, puedes alegrarle el día con un detalle literario.

6. Cuando un libro te ha encantado

Cuando un libro te ha gustado tanto que ha cambiado tu vida o te ha marcado de un modo especial, debes intentar difundirlo en tu entorno. Es muy posible que llegue a otras personas de igual modo. Es un acto de generosidad compartir libros, dar ideas y sugerencias.

7. Cuando te invitan a una cena

Cuando una persona te invita a un plan en su casa, en lugar de llevar una botella de vino o una caja de bombones, puedes ser más original todavía al llevar un libro para la ocasión. Lo mismo puedes hacer si tienes visita y te apetece que tus invitados se lleven un recuerdo literario de la velada.

8. En la presentación de un libro

Si acudes al acto de presentación de un libro en el que el autor firma ejemplares de su nueva novela, entonces, ese es un momento mágico para elegir ese título y apoyar la cultura.

9. Un regalo de autoestima

Cuando quieres elegir un regalo especial para ti, cuando te apetece darte un capricho, entonces, recuerda que un libro es autoestima frente al aburrimiento.