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1 de diciembre de 2015

Publicaciones de Noviembre 15





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La refalosa - Poemas de Hilario Ascasubi

Mira gaucho salvajón
que no pierdo la esperanza
y no es chanza
de hacerte probar que cosa
es «Tin Tin y Refalosa»
ahora te diré como es:
escuchá y no te asustés
que para ustedes es canto
más triste que viernes santo
Unitario que agarramos 
lo estiramos o paradito nomás
lo agarran los compañeros
por supuesto, mazorqueros
y ligao con maniador doblado
ya queda coco con codo
y desnudito ante todo
¡Salvajón!
Aquí empieza su aflicción
luego después a los pieses
un sobeo en tres dobleces
se le atraca
y queda como una estaca
lindamente asigurao,
y parao lo tenemos
clamoriando y como medio chanceando
lo pinchamos y lo que grita
cantamos «la refalosa y tin tin»,
sin violín.

Pero seguimos al son
de la vaina del latón
que asentamos el cuchillo y le
tantiamos con las uñas el
cogote.
¡Brinca el salvaje vilote
que da risa!
...............
Finalmente:
cuando creemos conveniente,
después que nos divertimos
grandemente, decimos que al salvaje
el resuello se le ataje;
y a derecha 
lo agarra uno de las mechas
mientras otro lo sujeta
como a potr de las patas
que si se mueve es a gatas
Entretanto nos clama por cuanto santo
tiene el cielo;
pero ahí nomás por consuelo
a su queja
abajito de la oreja
con un puñal bien templao
y afilao
que se llama quita penas
le atravesamos las venas
del pescuezo
¿Y que se le hace con eso?
larga sangre que es un gusto,
y del susto
entra revolver los ojos
...............
¡Que jarana!
Nos reímos de buena gana
y muy mucho
al ver que hasta les da chucho;
y entonces lo desatamos
y soltamos;
y lo sabemos
parar para verlo
refalar ¡en la sangre!
hasta que le da calambre
y se cai a patalear,
y a temblar
muy fiero, hasta que se estira
el salvaje; y lo que espira
le sacamos una lonja que apreciamos
el sobarla y de manea
gastarla De ahí se le cortan las orejas,
barba, patillas y cejas;
y pelao lo dejamos
arumbao,
para que engorde algún chanco,
o carancho.
...............
Con que ya ves, Salvajón
Nadita te ha de pasar
Después de hacerte gritar
¡Viva la Federación!

Lee todo en:


http://www.poemas-del-alma.com/hilario-ascasubi-la-refalosa.htm#ixzz3t4keoxxj

“La guerra civil contada a los jóvenes”, de Arturo Pérez-Reverte

la guerra civil contada a los jovenes  Suelo leer todo los libros que escribe Pérez-Reverte. O, al menos, los empiezo (no repetiré lo de siempre con el caso de Cabo Trafalgar o El tango de la guardia vieja…) Este año ya leí y reseñé el magnífico Hombres buenos, uno de mis favoritos de este año, y no pensaba que tuviera la suerte de leer otro libro del autor, pero cuando me enteré de que en noviembre se publicaba este La guerra civil contada a los jóvenes, rápidamente hice hueco para su lectura. Sé que mucha gente dice: “¿otro libro/película de la guerra civil? ¿Pero es que no saben hablar de otros temas? ¡Qué cansinos!” De hecho yo mismo dudaba antes de decidir si leía o no el libro. Evidentemente, ganó el sí por dos motivos: -Era de Pérez-Reverte. -Era sobre la guerra civil....

30 de noviembre de 2015

C.P. Cavafis, Poesía Completa

OC_camisa_POESIA COMPLETA (CAVAFIS):Maquetación 1Título: C.P. Cavafis, Poesía Completa Autor: Cavafis Traductor: Juan Manuel Macías Editorial: Pre-Textos Páginas: 396 ISBN: 9788416453191 Constantino Petrus Cavafis, nació en Alejandría en 1863, y si bien el lugar de nacimiento ha definido su escritura y pensamiento por la fusión cultural y el ambiente cosmopolita, nada que ver la fecha de su nacimiento, pues podría pasar su poesía por una de la más interesante y comprometida de la actualidad. Se divide esta obra en tres partes, la primera, y más amplia llamada Poemas Canónicos, a la que corresponde este primer y conocidísimo poema titulado “Murallas” Sin consideración, sin clemencia, sin pudor grandes y altas, en torno a mí, murallas levantaron. Y aquí me siento ahora, y desespero. No pienso en nada más: mi mente la devora este destino; pues eran muchas las cosas que ahí fuera tenía por hacer. Ah cuando alzaban las murallas ¿cómo no tuve cuidado? Más nunca escuché el estrépito, el fragor de los obreros. Fuera del mundo, sin darme cuenta, me encerraron.  ...